Mundo Vegetal: Seres Sensitivos y Emocionales
Es algo a lo que todavía no terminamos de acostumbrarnos ya que seguimos maltratando nuestro entorno vegetal. Quizás comprobar que las plantas no son meros objetos de adorno o de alimentación nos ayude a sensibilizarnos y a tratarlas de otra manera: Como a seres vivos sensibles y con sentimientos que aunque parezcan inmóviles no lo son tanto…
¿Poseen las plantas capacidades telepáticas? ¿Tienen sentimientos?
¿Son capaces de comunicarse entre ellas? ¿Reaccionan ante la presencia de humanos y de
animales?
Para empezar a detallar los experimentos realizados con plantas, es imprescindible citar a Cleve Backster, pionero en desarrollar el uso del detector de mentiras, aunque ahora hay aparatos más sofisticados, todo empezó con un polígrafo.
Cleve Backster fue miembro del cuerpo de contraespionaje de los Estados Unidos y de la Agencia Central de Inteligencia (CIA).
En 1964, fue llamado ante el Congreso para atestiguar como experto sobre el uso del polígrafo en las esferas gubernamentales. Fue en 1966, al preparar el material necesario para una de las clases que impartía a estudiantes del cuerpo de policía, cuándo se fijó en una planta (Dracaena massangeana) que había traído su secretaria para adornar el lugar y decidió aplicarle el Puente de Wheatstone de su polígrafo para ver si se apreciaba alguna reacción en ella al aplicarle el agua de riego.
Colocó el electrodo de uno de sus detectores en una de las hojas de la
planta.
Lo lógico sería que conforme las raíces de la planta absorbieran el agua administrada,
se produjera un aumento en la conductividad que ocasionaría
una inscripción positiva en su aparato, cuyo núcleo estaba constituido por un
galvanómetro que detectaba diferencias de potencial.
Para sorpresa de Backster esto no ocurrió. En cambio, había una tendencia
del registro hacia abajo.
Backster sabía que en las personas, la manera más fácil de desencadenar un salto en el registro es amenazando su bienestar por lo que decidió sumergir una de las hojas de la planta en una taza de café caliente: no hubo respuesta.
Después de pensar unos momentos, pensó en llevar a cabo una amenaza mayor, quemaría una hoja de la planta; Cuando se dirigía a buscar las cerillas para hacerlo imaginó la llama de fuego quemando la hoja y fue en ese mismo momento cuando se registro una prolongada onda positiva. ¿Podría la planta haber “visto” o presentido sus intenciones? ¿Se habría comunicado telepáticamente con la planta?
A este fenómeno por el que las plantas tienen reacciones ante determinados estímulos Backster lo denominó percepción primaria. Es éste un sistema sensorial indefinido de la capacidad perceptiva que existe en el sistema celular de todos los seres vivos, demostrado con otros experimentos, ya que al cortar un trozo de la planta, vio que ésta reaccionaba como si estuviera completa. En el caso de las plantas significa que pueden sentir las emociones de personas y animales e incluso las vibraciones de los minerales ya que hay experimentos en los que usando agua triplemente destilada y minerales se pueden apreciar cambios muy significativos en el desarrollo de las plantas, y otros en los que colocando un mineral cerca de la planta reaccionan al
igual que si hubieran recibido una descarga eléctrica.
Otro de los experimentos que realizó le dio la prueba de que las plantas tienen memoria y retienen información al igual que los seres humanos. El experimento consistió en lo siguiente:
Se seleccionó un grupo de diez personas y de ellas y sin que los demás lo supieran se eligió a una que se encargó de entrar en una habitación donde se habían dispuesto dos plantas, allí destrozó una de ellas siendo la segunda testigo del hecho. Posteriormente a ésta segunda planta superviviente se le conecto el detector y el polígrafo y desfilaron delante de ellas las diez personas seleccionadas. Al pasar delante de ella el causante del destrozo de su
compañera las líneas del polígrafo mostraron unos trazos frenéticos que daban a entender que la planta parecía enloquecer.
En 1968 bajo el título Pruebas de Percepción Primaria en la Vida Vegetal Backster relató el resultado de sus experimentos en el Internacional Journal of Parapsicology edición de invierno y el reportaje llamó la atención de los editores del Nacional Wildlife quienes en otro artículo publicaban:
“Él sabe de lo que está hablando y está investigando y experimentando de manera muy cuidadosa para evitar las
críticas de la comunidad científica siempre recelosa en estos asuntos, aunque admite que es inevitable”.
En estos experimentos Backster llegó a las conclusiones que más o menos venían a afirmar que las plantas además de un sistema que les permitía la comunicación telepática, tenían algo muy similar a los sentimientos y las emociones. “se alteran y muestran preocupación cuando se les acerca un perro” “sienten pena cuando a un animal o insecto que se encuentra cerca de ellas y se le hace daño”“cuando algo amenaza su bienestar sufren algo parecido a un desmayo” “muestran alegría cuando una persona piensa en regarlas”.
Darwin estaba equivocado…
Aunque Aristóteles había dicho que las plantas no tenían sensibilidad, Darwin si se aventuró a reconocer que “había en ellas una misteriosa fuerza dotada de características inteligentes y sensitivas” y era frecuente que se sentase delante de ellas a tocar el fagot para ver si lograba estimular el movimiento de sus hojas. Pero nunca admitió que hubiera encontrado un sistema nervioso en ellas.
Años más tarde, con un créscografo se comprobaba que sí existía un sistema nervioso en el tejido vegetal. Este aparato fue obra de un genio de la técnica, Jagadis C. Bose, profesor de Física en Calcuta.
Un Créscografo es un aparato capaz de ampliar los procesos vitales de las plantas diez millones de veces. Este investigador, llegó a importantes conclusiones que los científicos de la época se encargaron de ridiculizar y que provocó que no se tuvieran en cuenta.
Bose en sus experimentos detecto que las plantas sienten alegría y miedo, que pueden “chillar de dolor” y que al igual que los humanos se excitan con el café y se emborrachan con el alcohol.
También comprobó que las plantas temen a la muerte y que cuando llega ese momento
sufren temblores y despiden una gran carga eléctrica. En la pantalla del Créscografo los minúsculos movimientos de un helecho aparecían como un ballet ejecutando una danza de extraordinaria belleza.
Con la ayuda de una sonda eléctrica conectada a otros sofisticados aparatos de su invención, Bose localizó un tejido conductor, semejante al nervio, que transmitía los mensajes a través de todo el vegetal y de esta manera pudo clasificar los impulsos, reacciones y respuestas de las plantas.
Sus experimentos quedaron registrados en el libro “La respuesta de las plantas como medio de investigación fisiológica.”
Las plantas crecen más y se muestran más vigorosas, si escuchan música:
El Dr. T.C. Sing, discípulo de Bose y director de la Universidad de Annamalai, India, conocía
una antigua leyenda que decía que Krishna, principal deidad hindú, en Vrindabán, había provocado el crecimiento exuberante de la flora utilizando para ello su música cautivadora y decidió experimentar
con música religiosa hindú, sí verdaderamente el crecimiento de las plantas se veía afectado con esta técnica.
Para comenzar su experimento eligió las mimosas en primer lugar y a los árboles del bálsamo posteriormente. Los sometió a sesiones de veinticinco minutos de raga durante un mes y medio. Los resultados fueron espectaculares: Los árboles produjeron un 75% más de hojas y crecieron un 20% más de lo habitual.
Pero lo más curioso es que las plantas no reaccionan igual ante otros tipos de música y muestran unas preferencias muy determinadas:
- Les encanta la música clásica y sobre todo el violín. Sus “compositores” favoritos son Bach, Mozart y demás compositores Barrocos y ante la pieza musical que mejores resultados se han obtenido es con el Ave Maria de Gounod. Marcel Vogel comprobó que las plantas oscilaban ante la reproducción de Noches en los Jardines de España de Manuel de Falla.
- Les horroriza la música estridente y para nada les gusta el rock, ante esta música se sienten incómodas y se niegan a crecer si, por poner un ejemplo, están en una habitación donde se reproducen sonidos de este tipo constantemente e incluso llegan a “deprimirse” y mueren.
- También les gusta mucho la música religiosa y la new age, incluso la étnica si no es muy estridente o solo se oyen determinados sonidos, como por ejemplo el baile del Bharata Natyan, el estilo más antiguo de danza en la India, que ejecutan las adolescentes con ajorcas en los tobillos y sin música. Al estar situadas en un lugar donde se efectuaba esta danza con asiduidad se registró el crecimiento exuberante de margaritas, caléndulas y petunias.
Las plantas sometidas a estos experimentos no solo crecieron y se mostraron más vigorosas, también
en sus semillas incorporaron genéticamente este cambio que se había dado en la planta madre.
En Canadá se experimentó poniendo altavoces en los campos de maíz a través de los cuales se escuchaba música clásica. El crecimiento de las plantas osciló entre un 20 y un 100%.
Las Plantas también reaccionan ante las oraciones y la meditación:
En 1962, los esposos Eileen y Meter Caddy y su amiga Dorothy MacLean, crearon la comunidad de Findhorn. Todo empezó cuando en 1953 Eileen tuvo una experiencia que ella misma relata de esta manera:
“Un día fui a una pieza que se llama santuario, para orar en el silencio. Estaba en la mitad de mí monologo serio, cuando de repente oí claramente una voz que me habla y me dijo:
"Sé en el silencio y sabes que soy Dios".
Es así que comienza la experiencia única de Eileen Caddy en la meditación.”
El matrimonio Caddy afirma que se comunica con los Devas, unas entidades energéticas que son quienes le asesoran en el cuidado de las plantas y árboles que han conseguido sacar adelante en lo que era un terreno baldío y desolado de la bahía de Moray, y que además era constantemente azotado por el viento.
La perspectiva de crear unhuerto en semejantes circunstancias era una tarea sobrehumana;
En este terreno arenoso no crecían más que matojos de hierba diseminados entre la grava y la arena. Eileen recibió la orden de que cada vez que introdujera la pala en la tierra, tratara de proyectar simultáneamente buenos pensamientos. También recibió instrucciones sobre el tipo de cultivos que debía realizar así como la conveniencia de cambiar su dieta diaria por una que básicamente se reducía a miel, germen de trigo, frutas y hortalizas. Comenzó la siembra y Peter sembró lechugas en surcos que abría con sus propias manos con respeto. Desechó los fertilizantes tóxicos.
Un día Dorothy MacLean recibió un mensaje de unos seres que se identificaron así:
“Nosotras, criaturas del mundo de los Devas, hemos sido contactadas y reconocidas por vosotros.
Esto nos ha proporcionado las manos y los pies que de otro modo no tendríamos”.
Aunque los tres reconocen que jamás han visto físicamente a estos seres, los describen
como si fueran “campos” o “patrones de energía” y el caso es que el huerto prosperó de manera
espectacular.
Lo que antes era un erial pasó a tener más de 100 clases de hortalizas, árboles frutales de todo tipo y
lo mismo en cuanto a hierbas medicinales se trata.
En una visita que el profesor R. Lindsay Robb -experto agrícola de las Naciones Unidas y
profesor de agricultura en varias universidades- hizo al lugar en 1967, afirmó que no
había explicación posible para que un erial como este, en pleno invierno, mostrara en las plantas que allí se cultivaban tal hermosura y exhuberancia.
Este fue el comienzo de la Comunidad, hoy Fundación de Findhorm que ha llegado a tener has más de 300 miembros y que actualmente cuenta con unos 150 y en donde se ofrecen programas de desarrollo espiritual durante todo el año.
Dorothy MacLean sin embargo abandonó la comunidad en 1973. Años más tarde publicaría el libro “Comunicación con los ángeles y los devas” en el que narra las comunicaciones que tuvieron con estos seres y que el secreto de los cultivos solo consistía en mantener algunas horas de meditación diaria, una alimentación sana y vegetariana y baños de mar y de sol para depurar sus cuerpos y trabajar con una actitud de pensamiento positivo.
Construye tu propio medidor de emociones para tus plantas:
Puedes encontrar a la venta aparatos basados en el revelador Backster, que no son otra cosa que medidores muy sensibles capaces de que detectan el paso de electricidad (conductividad) allí donde otros no lo hacen.
Este que te mostramos a continuación puedes encontrarlo a la venta por internet bajo el nombre de Revelador Backster 400
A.
Pero te proponemos fabricar el tuyo propio, para ello necesitarás:
· 2 potenciómetros, uno de 470 kiloohmios y uno de 220.
· 3 resistencias de 150 kiloohmios.
· 1 milivoltímetro o un polímetro que permita entre 5 y 10 milivoltios a fondo de escala preferiblemente de aguja.
· 1 pila de 9 voltios
· Cable para realizar las conexiones. Cobre para los contactos y
una caja para introducir los componentes y sus conexiones.
Una vez enlazados los componentes podrás realizar tus experimentos creando estímulos y comprobando si existen reacciones por parte de la planta, pero recuerda que:
· Debes tener paciencia al realizar estos experimentos. Es posible que no encuentres respuestas inmediatamente, pero no te desanimes y continúa provocando nuevos estímulos, nosotros te hemos dado los más básicos, como son las reacciones a la música, al riego… pero puedes probar con muchos más que se te ocurran. Eso sí, no tortures a las plantas, ya ves que sienten y padecen. Procúrales estímulos agradables y pensamientos positivos.
· Lo normal es que debas hacer varias pruebas para ajustar el aparato.
· Las plantas más adecuadas para experimentar suelen ser las más sofisticadas y que necesitan mayores cuidados. Si lo haces con plantas resistentes al riego y a la temperatura obtendrás menos resultados.
· Si repites los mismos estímulos constantemente, la planta se puede bloquear. Es mejor que cambies los estímulos continuamente.
· Puedes probar alternativamente con plantas sanas y con alguna que tengas enferma. También si quieres reproducir esquejes, puedes mirar la reacción que tienen por separado o bien cuando son plantados junto a la planta madre. ¡Te sorprenderás!
· Aunque pueda parecer lo contrario,
las mejores respuestas se producen experimentando con plantas pequeñas o muy jóvenes. Las plantas adultas pueden superar mejor las pruebas que amenacen su supervivencia, la falta de riego… ya que son más fuertes y tienen mayor resistencia.
· Una vez que detectes sus preferencias, dales alguna
alegría de vez en cuando, aunque las plantas agradecen estar siempre en el mismo lugar ya que es al que se habitúan y adaptan. Si las cambias frecuentemente de sitio se sienten despistadas y retardaran su crecimiento.
· Si quieres experimentar con cebollas, notarás que la energía que desprende el
bulbo se extiende hacia a las demás y les proporciona energía extra a las que lo necesitan.
· No solo experimentes provocando un periodo de sequía, también puedes hacerlo provocando un encharcamiento, pero recuerda que cuando obtengas tu resultado debes quitarles el agua sobrante, ya que si no,
puedes provocar que las raíces se pudran y la planta muera.
· Experimenta con dos plantas iguales, somete a prueba a una de ellas y a la otra no. Verás los cambios más fácilmente.
· Puedes observar cambios de vitalidad poniendo una pirámide confeccionada a escala, encima de la planta por espacio de unos diez minutos.
¡Buena suerte en tu
investigación!
Un Mil Bendiciones y Una Más
Sol Monasterio
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