Los Trece Niveles de la Ascensión…
I. Identificación del objeto. Inicio.
Reconoces el deseo de unificación con el Ser Superior y el Dios/Diosa/Todo Lo Que Existe seguido por el inicio de la acción que conduzca a este fin. Se producen invocación, receptividad y compromiso con el objetivo. Inicias tu primera sesión Ka. El cuerpo Ka podría describirse como el vehículo en el que el Yo Superior desciende a la materia y en el que asciende junto con el cuerpo a dimensiones superiores. Ka puede describirse como el circuito eléctrico o el cuerpo de luz cuya función es anclar y mantener la forma de tu Presencia Crística.
II. Polaridad, inteligencia y desafío.
Tiene lugar el reconocimiento de la necesidad de la acción que empieza a generar el equilibrio de la polaridad del masculino/femenino internos y externos. Despejas emociones y temas relativos a la falsa separación, conflicto y dualidad. Se produce una armonía incipiente aunque el Ka todavía está luchando con las resistencias del ego.
III. Flujo rítmico.
Se genera un nuevo nivel en que las trabas se reducen cuando el ego cede favor de tu intención divina. La energía Ka fluye más fácil y continuadamente.
IV. Medida, definición.
Se asimilan lecciones de discernimiento y capacidad de mantenerse enfocado con disciplina y determinación. Se pone a prueba tu dedicación espiritual a tu meta de ascensión y llegar a se uno. Cristo ha dicho que la pregunta espiritual que dispara esta activación es: "¿Hay algo que valga la pena no amar en este momento?" Se reevalúan las prioridades y, a medida que eliges la forma adecuada, el Ka se abre camino cada vez más contundente y permanentemente.
V. Estar centrado.
Poder divino. A medida que aceptas tu verdadera identidad sin negar tu humanidad, te vas despojando del ego y de identidades pasadas. La energía Ka empieza a sanar más profundamente el sistema nervioso como resultado de este despojamiento y aceptación. Se vislumbran una nueva madurez y serena sabiduría.
VI. Equilibrio.
El compromiso de vivir la vida plenamente a todos los niveles genera un equilibrio y un abandono de la resistencia a los sentimientos intensos. Comienzas a sentir el Yo Superior siempre conectado con el cuerpo. Ka y kundalini fluyen de forma sincronizada, armónica y continuadamente. Se acelera el ritmo de despejamiento de las células.
VII. Canalización de energías de dimensiones superiores.
Se acentúan la renovación y sanación del alma. Empiezas a recordar el mito de tus auténticos orígenes. El enlace estelar Ka desencadena un mayor acceso a realidades multidimensionales. Ahora te comprendes y te perdonas más intensamente.
VIII. Resonancia armónica.
El amor a ti mismo y un amor incondicional hacia los demás integran tu realidad. Ya no es posible atribuir culpas. La compasión sin lástima se intensifica y así materializas tu desapego. Se desvelan los temas esenciales. Te sientes impulsado armónicamente por ti mismo, sintiéndote Uno con el Creador. Es el sonido de una voz de amor. La resonancia de Ka trasciende tiempo y espacio generando más recuerdos instantáneos de tu propia verdad divina.
IX. Realización.
Se terminan de romper las pautas kármicas negativas. Actúas desde el Ser. Dejas de "hacer esfuerzos" y de "intentar" para darte cuenta de que "eres aquello que buscas". Has aceptado la responsabilidad de ser dueño de tu propio Ser. Se mantiene el nivel de los canales y del flujo Ka. Estás plenamente comprometido a alcanzar tu propio destino supremo, que es servir a Todo Lo Que Es.
X. Manifestación de la meta.
Te fusionas plenamente con el Yo Superior dentro del cuerpo. Se despeja toda creencia en tus propias limitaciones. El Ka, y el kundalini del cuerpo, así como el Yo Superior se sincronizan continuada y armónicamente. Los que estén dispuestos a verlo reconocen en ti tu auténtico yo y vives plenamente tu objetivo superior.
XI. Disolución y absolución.
Se disuelve todo aquello que no sea esencial. Se produce una entrega total a tu propia ilumincación con la liberación de als últimas resistencias. Se examinan todas las metas y los elementos relacionados con ellas, desechando los que no se ajusten a la Voluntad Divina. El Ka se fusiona a nivel celular y se hace cada vez más ligero. Se activa el cuerpo de luz.
XII. Universal.
Tu autonomía cede todo el control a la Voluntad Divina de la conciencia colectiva superior (porque tu voluntad se vuelve una con la Voluntad Divina ). Tu dedicación es absoluta, automática y tu único deseo. El Ka ha completado su vínculo con las estrellas y galaxias, cerrando el círculo al conectarse con Dios/Diosa/ Todo Lo Que Es, así como con el yo futuro en Cristo de todo ser encuadrado en niveles inferiores al tuyo.
XIII. Trascendencia.
Has alcanzado la conciencia de Cristo y puedes ascender cuando lo desees.
A fin de completar todo el proceso, debes embarcarte en el camino de olvidar y recordar, de abandonar y abandonarse a Dios/Diosa Todo Lo Que Es y una total dedicación a la purificación y trascendencia del ego... Cuando no quede más que el yo, amando incondicionalmente, rendido e iluminado, es cuando empieza el verdadero trabajo.
Elaborado por Amorah Quan Yin
Un Mil Bendiciones y Una Más
Sol Monasterio
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