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martes, 28 de enero de 2014

LOS ÁNGELES EN EL PROCESO DE NACIMIENTO PARTE I (UNO) CONFRERENCIA. VICENTE BELTRAN ANGLADA



El Reino Dévico
Los Ángeles en el Proceso del Nacimiento  

Interlocutora. — El proceso de la creación del ser humano el trabajo de los
ángeles en la creación…como se va desarrollando
… 



Vicente. — El tema es aparentemente sencillo, pero es complejo, porque ante todo
el ser humano, el hombre, está creado, es increado, hablo naturalmente del aspecto
espiritual, después existe un proceso cíclico de encarnación que el hombre repite lo
mismo que hace el macrocosmos, el Universo, el hombre, el ser humano, siempre es el
microcosmos del gran macrocosmos, y de la misma manera que se suceden a través de
los ciclos los distintos universos que pueblan el Universo absoluto, el Espacio absoluto, el
individuo, que es un reflejo de la ley, también tiene que sujetarse a este proceso,
digamos, de encarnación. 


Entonces, la encarnación no es una creación sino que es una
expresión creadora manifestada a través de ciertos elementos físicos, emocionales y
mentales, para que sirvan de morada a un ente que no es un ser humano, en el término
apropiado de la palabra, sino que es un ángel, que es un ser superior procedente del
Nirvana oculto en el gran Corazón del Sol, el segundo aspecto de la Divinidad, y
podemos decir que lo que se llama creación en este sentido no es más que la expresión o
el propósito de manifestación de esta alma que representa el espíritu en el mundo de la
materia, en el mundo material, entonces, si se posee desarrollada la clarividencia mental y
se analiza el proceso desde sus fuentes originales, es decir, desde el Alma, que es el Ángel
Solar, se ve que hay un momento de serena expectación en el momento de la concepción
cuando dos seres humanos, hombre y mujer, en virtud de los actos a través del sexo han
logrado, digamos, establecer un vínculo sagrado que se llama la concepción, en este
momento se eleva hacia el Ángel Solar una nota que el Ángel Solar reconoce como
siendo una invocación de los Señores Lunares diciendo: “el Cáliz está preparado, que
descienda el Verbo”
, son palabras sacramentales


A esta invocación que surge magnéticamente en el momento cíclico de la concepción, y aquí hay mucho que estudiar astrológicamente, porque si se sabe exactamente el momento de la concepción se sabe el destino verdadero del ser, y no el momento que nace a la vida la mujer o el hombre, como se dice habitualmente, en virtud de este llamado que llega a sus oídos el Ángel Solar a su vez emite una nota, esta nota es triple, una nota pertenece al mundo físico, otra al mundo emocional y otra al mundo mental, poniendo en actividad, primero, el átomo
permanente físico, entonces, en el momento de la concepción se ha producido un
milagro de la naturaleza, pues ciertos ángeles apercibidos del destino de los hombres y
que colaboran en el Plan de percepción del planeta han introducido el átomo
permanente físico precisamente en aquel vehículo que llamamos espermatozoide que
penetra en el óvulo femenino, y se produce entonces realmente la concepción, no hay
concepción si no existe un átomo permanente. 


El átomo permanente no es el Yo,
entendámonos, son los recuerdos del Yo a través de todas sus vidas y a través de todas
sus muertes, lleva una experiencia acumulada y al propio tiempo una nota fundamental
que es la nota kármica mediante la cual se formará el cuerpecito de la criatura, el cual
tiene un proceso como sabéis cíclico también que son nueve edades, porque nueve es el
número del hombre,
porque el hombre siempre son tres unidades, tres por tres nueve,

la trinidad monádica, la trinidad causal y la trinidad personal

Entonces, existe el proceso, digamos, de incorporación, o de toma de conciencia de todo este conglomerado, de una entidad que esotéricamente llamamos el Elemental Constructor. 

El Elemental Constructor físico es un ángel lunar, Señor de la substancia física, él se cuida de amalgamar alrededor del átomo permanente en tanto prosigue sobre el feto o sobre este momento de concepción la atención del Ego, o del Ángel Solar, existe una nota dinámica
que va incorporando energía de todo cuanto está alrededor del cuerpo físico, en virtud de
esta substanciación dévica, en virtud de esta energía concentrada, en virtud de esta
amalgamación, treinta trillones de pequeñitos devas toman substancia física alrededor y se
van agrupando progresivamente alrededor de este átomo permanente constituyendo lo
que será el cuerpo físico, a medida que esta cantidad impresionante de elementos dévicos
invisibles al ojo humano van desarrollando su poder empieza el trabajo de selección
celular, el trabajo de partición de las células, una célula que habitualmente es en su
esencia andrógina se convierte en dos, y así se va produciendo la regeneración, la
amalgamación, o todo ese compuesto orgánico alrededor del átomo permanente hasta
que se constituye completamente el cuerpo físico. Este es el trabajo del Elemental
Constructor en el momento de construcción —y no de creación— del cuerpo físico, y en
el cuerpo astral sucede lo mismo, cuando el feto tiene tres meses entonces parte de la
substancia del átomo permanente astral que está vibrando y va acumulando elementos de
sensibilidad alrededor del átomo permanente astral se va dibujando, se va bosquejando el
cuerpo astral de la criatura, y cuando se llega a los siete meses, entonces, el cuerpo mental
empieza a destilar parte de la energía causal sobre aquello que será el cerebro de la
criatura, el germen de la mente empieza a trabajar alrededor del átomo permanente
mental, y de la misma manera que ha habido un deva lunar que se cuida de crear el
cuerpo físico, hay un elemental astral, o un ángel astral, que se cuida de crear el cuerpo
astral, y hay también, entonces, por analogía, y por ley, un ángel del plano mental que se
cuida de amalgamar alrededor del átomo permanente mental lo que será el cuerpo
mental de la criatura. 


Cuando nace la criatura tiene completamente formado el cuerpo
físico, habitualmente el ciclo es de nueve meses, o de nueve lunaciones si nos atenemos a
que son elementos lunares los que están trabajando en estos campos, digamos,
específicos de la manifestación física del ser humano. Cuando han pasado tres años, de la
misma manera que a los tres meses se incorporaba el aspecto astral de la criatura, a los
tres años se incorpora parte de la substancia astral que se está bosquejando en el plano
mental, y cuando la individualidad tiene catorce años entonces la posesión del cuerpo
astral completamente de acuerdo con el cuerpo físico, con sus facciones, con sus
características, sino que pertenece al plano dimensional de la cuarta dimensión, o el
mundo del deseo, o el mundo astral, o el mundo emocional, entonces existe el cuerpo
más la sensibilidad astral, había un tipo de sensibilidad, y no es la misma la sensibilidad
de una criatura que la sensibilidad de un adolescente, que la sensibilidad de una persona
mayor, o una persona madura o una persona de edad avanzada, porque daos cuenta que
la evolución del cuerpo astral es a base de la sensibilidad, pero cuando empieza a acusar
verdaderos síntomas de sensibilidad suele ser a los siete años, suele haber también casos
en que debido a la evolución del ego el espacio de tiempo es menor, pero hablamos en
términos generales tal como debe ser, porque no somos privilegiados, ¿verdad? Y
cuando tiene veintiún años entonces la estructuración del cuerpo mental se considera a
un grado sumo, digamos, de especificación, o de especialización, y entonces tenemos un
ser humano que si el proceso ha sido normal, regular y cíclico, tiene un cuerpo mental
plenamente estructurado, capaz de razonar y de tomar decisiones realmente basadas en el
esfuerzo individual o en la voluntad individual o en el ejercicio del poder que tiene el
hombre de seleccionar las cosas, o la discriminación, un cuerpo astral plenamente
dispuesto que ha pasado la prueba de fuego durante la pubertad, y luego un cuerpo físico
bien estructurado con todos los elementos. 


De hecho, tenemos, a los siete años un
cuerpo perfectamente estructurado, un cuerpo astral a los catorce años que ha tomado
posesión de su vehículo, o que forma parte ya de su vehículo físico como una contraparte
del mismo, y luego el cuerpo mental que es la tercera costra o la tercera superficie que
está actuando alrededor, dentro y fuera, de todos sus vehículos. Cuando el elemental
físico ha llegado a los siete años suele abandonar el cuerpo porque ya no hay ninguna
cualidad, no hay ningún órgano que tenga que desarrollarse, ha sido plenamente
desarrollado todo el proceso físico, y desaparece, según se nos dice, retorna a su centro
de procedencia que suele ser cierto nivel del plano físico, se trata de los tres elementales,
de energías lunares, o de devas lunares, unos más evolucionados que otros. Solamente
después, siempre estoy hablando del proceso regular y general, cuando se ha integrado el
cuerpo físico en sus funciones orgánicas, cuando el cuerpo emocional tiene su
característica de sensibilidad de acuerdo con su propio Rayo, —


Hay Rayos que dan más sensibilidad que otros— y cuando llega ya el cuerpo mental a su expansión a partir de la cual solamente el individuo puede decidir el campo de actividad de su pensamiento, aunque aparentemente lo haya hecho antes, pero, como digo, si el caso es general sucede de esta manera, y lo mismo sucede con el deva astral y con el deva mental que han creado aquellos cuerpos, que una vez terminado el proceso sienten la llamada de su
reino, la llamada del grupo al cual pertenece, todos pertenecen a una casta, a una hueste,
a una estirpe de devas, pero son técnicamente hablando devas lunares. 


El primer contacto que tiene el ser humano con los devas solares es cuando realmente su cuerpo mental empieza a funcionar correctamente, empieza a discernir, comprende el significado de discriminar, y se lanza si tiene capacidades para ello a la búsqueda de su Ángel Solar, y todo el proceso, ahora ya podemos entrar en el caso de las personas interesadas en descubrir su procedencia cósmica, procedemos del Cosmos y el trabajo para analizar nuestra procedencia tiene lugar precisamente en esta etapa, a partir de los veintiún años, aunque se diga que en casos, digamos, de los iniciados y discípulos el plazo no tiene una ley general, no se ajusta al proceso que siguen todos los demás seres, es algo especial,
¿verdad?, pero, ahora ya podemos hablar de especialidades, porque si el individuo se
siente interesado en descubrir su fuente de procedencia cósmica entonces es cuando
debe empezar a trabajar internamente, despertar la aspiración superior en el cuerpo astral
y luego el propósito interno en el mundo mental. 


La conjunción de la aspiración más el propósito de realizar crean lo que llamamos técnicamente el antakarana. El antakarana siempre es aquel punto de fusión de la aspiración superior del cuerpo emocional y de la búsqueda del propósito por el 
cual nació la vida que pertenece al mundo mental y, entonces, de esta coordinación se desprende la Luz, la Luz en la cabeza, es la Luz del antakarana, es aquella Luz 
que cuando se introduce dentro del cerebro crea a veces
congestiones, porque es un fuego que quema, 

quema las células gastadas, las células
inservibles, las células que no se adaptan al proceso rítmico del pensador.

Bien. todo esto es en esencia y en síntesis, para no alargar el proceso, lo que
sucede con los tres cuerpos sujetos a la ley de los miembros, como decía Pablo de Tarso,
a esta ley inexorable que es la gravitación del ser hasta el centro místico de la materia, 

en oposición a la fuerza de expansión cíclica que procede del ser humano que tiene los
sueños elevados, como se dice místicamente, y quiere hurgar en los destinos de la
creación, aquí, por cuanto hemos hablado de creación, ya podemos empezar a hablar en
términos creativos, porque el antakarana, a pesar de ser una construcción, lleva parte del
 propósito del propio Dios, entonces no se trata solamente de una construcción en
materia, en substancia mental de cierto tipo de vibración, sino que entonces es una
creación particular porque lleva el propósito interno de la Divinidad, y el trabajo continúa
hasta que el individuo a través de los tiempos, a través de los ciclos, a través del cambio
constante permanente de cuerpos y más cuerpos, de tomar y desechar materia de los tres
mundos, de negar su propia procedencia lunar, y convertirse en el señor de los entes
lunares. 


El caso de Cristo cuando es adorado, por ejemplo, por Gaspar, Melchor y
Baltasar, en realidad son los tres reinos de la Naturaleza que están ofreciendo 

sus dádivas, así que los tres elementales lunares en realidad son: Gaspar, Melchor y Baltasar. 


También lleva la participación de los tres reinos de la Naturaleza, de Yama, de Varuna y
de un aspecto de Agni, todos esos son los tres Reyes Magos, pero, cuando se consolida el
propósito es cuando los tres Reyes Magos han sido vencidos y, entonces, en el Monte
Tabor de la conciencia sucede el misterio de la Transfiguración, merced al cual Cristo, el
ser humano que se ha elevado al Monte Tabor, tiene a sus pies vencidos a sus tres
discípulos, sus tres cuerpos, o a los tres Reyes Magos, y entonces empieza realmente el
propósito espiritual, porque entonces ha creado el antakarana, existe una coordinación
perfecta entre los tres cuerpos y el Alma, el Yo superior o el Ángel Solar, y el Yo en este
caso va creciendo hasta que en un momento cíclico llega a reemplazar al propio Ángel
Solar por cuanto una de las cláusulas secretas que existen en torno al misterio de los
Ángeles Solares ha sido desvelada, significa que el Ángel Solar hizo un juramento ante el
Señor del Mundo de no dejar al ser humano hasta que éste no hubiese alcanzado la
iniciación tercera y cuarta que conduce a la emancipación, cuando ha llegado a este
punto, en virtud de que el Ángel Solar ha llegado a un punto en el cual siente la llamada
del Nirvana porque nada de lo que ocurre sobre su protegido —el Alma en los tres
mundos— sucede lo que conocemos como la destrucción del yo causal, hay una
explosión en aquel momento, el Fuego de Fohat, el Fuego de Kundalini se deposita en el
corazón del iniciado y se produce una expansión tal de conciencia de Fuego Solar que
irrumpiendo en el plano causal destroza este cuerpo egoico que hasta aquí había sido el
tabernáculo del Ángel Solar, entonces, el Ángel Solar en virtud de la liberación del
cuerpo egoico se remonta hacia el Nirvana, y va al lugar de procedencia, es decir, el
Corazón de Dios, el 2º aspecto de la Divinidad, podríamos decir que va al 4º Subplano
del Plano Búdico, donde tiene su morada y desde donde surgen todos los Nirmanakayas,
ahí está el secreto del ser, y no creo que se pueda decir más de esto, salvo aconsejar el
trabajo creador a partir de la mente concreta, ascendiendo en discernimiento constante,
porque discernir no lo olvidéis implica una gran atención, implica estar muy expectantes
para poder decidir, discernir con justicia es porque existe una intención de base, una gran
atención y al propio tiempo una gran pasión por Dios. 


Yo creo que si llegamos a comprender esto, y más que comprenderlo poder de una u otra manera exteriorizarlo, manifestarlo en un mundo de relaciones humanas, cuando hablemos de la iniciación nos parecerá algo muy familiar, no lo consideraremos como ahora, que vemos la iniciación lejos de nosotros, sin embargo, la iniciación está aquí y ahora, es lo que decía Annie Besant, “todo lo tenemos ya, solamente hay que desarrollar la capacidad de recibir”, este es el trabajo constante del discípulo, y aún de los iniciados, porque (tenemos) un universo de grandiosas perspectivas, infinitas perspectivas que están abiertas siempre ante nuestra concepción, ante nuestro análisis y hasta nuestra inspiración superior.

Podemos hablar sobre todo esto si es de su interés.

 (CONTINÚA PARTE II)




Un Mil Bendiciones y Una Más
Sol Monasterio




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