EGREGOR O GÓLEMS
Cada uno de nuestros pensamientos genera un movimiento de energía. Un egregor es una entidad o espíritu de origen artificial, creado y alimentado por el poder y la energía de los pensamientos, las emociones y muchas veces la fe, que se hayan en el plano astral, el mental o el emocional, y obviamente, desde el astral pueden afectar al físico, mientras que en los otros dos pueden afectar a aquellos que los crean o mantienen. Por ello pueden ser creados consciente o inconscientemente, y pueden ser personales, grupales, colectivos, nacionales y mundiales. Los que han sido creados inconscientemente, debido a un cúmulo de sentimientos, como pueda ser ira, suelen tener una imagen abstracta, mientras que los conscientes, tendrán la forma que los creadores o los que lo mantienen imaginen.
La creación de un égregor puede tener muchos orígenes, y en la mayoría de casos, no se es consciente de que se ha creado uno. Estos egregores pueden ser manifestaciones de sentimientos muy fuertes que tenemos dentro, incluso emociones reprimidas, así como deseos o necesidades. También pueden ser ideas surgidas de nuestra imaginación que han cobrado fuerza a través del deseo, o las emociones, en cuyo caso tendran la forma que habiamos imaginado. Y obviamente, un égregor puede crearse conscientemente, sabiendo que son y cómo se crean, una persona puede desear e imaginar una entidad, y darle fuerza a través de un poderoso sentimiento, mucho deseo y/o algún procedimiento mágico o energético.
También es posible que surjan no de una mente, sino de dos o muchas más. Ésto quiere decir que cuando muchas personas creen en algo, como por ejemplo, una deidad, aunque esa deidad no existiera realmente antes, ésta empieza a existir como un égregor que con cada creyente y adorador cobra tanta fuerza como un verdadero dios, por lo que puede ya considerarsele tal. No sería de extrañar que muchas (quizás todas) las deidades que existen tengan este tipo de origen, así como muchas otras clase de criaturas, por lo que determinar el verdadero origen de una entidad es complicado.
Un égregor existe mientras la energía que los crea y mantiene, permanezca.
Eso último quiere decir que los egregores que representan sentimientos a gran escala como amor o ira, seguirán existiendo mientras haya alguien que los alimente con ese mismo sentimiento. Cuando nadie le recuerde y lo alimente, si ha logrado ser lo suficientemente fuerte, buscará fuentes alternativas para seguir subsistiendo, perdiendo así su creador todo control sobre él y también se perderán sus orígenes. Es decir, si fue creado como una deidad para hacer el bien, si comienza a alimentarse de energía negativa, comenzará a generar malestar y molestias, incluso pudiendo llegar a manifestarse. Su presencia puede llegar a ser muy molesta y perjudicial, más que una entidad negativa, con quien se les suele confundir.
Un acto importante, que haya conllevado gran esfuerzo o haya intervenido la voluntad de mucha gente puede crear un égregor, que puede continuar desprendiendo la energía de tal acción incluso mucho tiempo después de que tal acto haya concluido.
Así mismo, un hechizo o ritual, en el plano astral es cómo un égregor, que en ocasiones puede permanecer tras finalizar ese hechizo, hasta que vuelva a ser usado, acumulando cada vez más energía. Ésta es la razón por la que cuando un hechizo es heredado en una familia, y usado por cada generación, suelen ser muy potentes.
Un égregor puede ser creado de cosas positivas, como amor, esperanza, deseos de ayudar a alguien… como creado de cosas negativas, como rencor, odio, ira, envidia, deseos de destrucción…
Es posible crear un egregor y es posible determinar,si se desea, el tiempo o el límite de éste que tendrá para su existencia, el cual suele ser cuando acabe su tarea, pero tal cosa debería de hacerse durante su creación. En principio el creador del égregor debe de ser capaz de ordenarle algún cambio de la tarea, así como hacer que se disuelva, osea, que desaparezca. También puede que el creador determine que lo que desea es que viva por siempre, lo que acabará haciéndole perder el control en poco tiempo y que el egregor tome conciencia propia y, por lo tanto, decisiones propias sobre sus intenciones y misiones.
Si alguien es capaz, puede eliminar a un egregor ajeno, haciendo que este se disuelva.
También es posible “robar” el control de un egregor o un elemental, introduciendo en su núcleo tu propia energía, y sustituyendo la del creador original, lo que hará que el egregor sea como creado por tí, pero esto no es tan fácil y aun menos controlarlo y que te obedezca.
Lo recomendable para los que se quieran arriesgar en el tema de la creación de un egregor, es crear uno cuya vida dure como máximo entre dos y tres semanas y durante el proceso de creación habría que ordenarle que transcurrido ese tiempo se autodestruya. Un egregor de nivel bajo creado para una tarea concreta no debería de tener voluntad, por lo tanto, no vayamos a correr riesgos.
http://murmuraundeseoalasestrellas.wordpress.com
Un Mil Bendiciones y Una Más
Sol Monasterio
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