FISICA CUANTICA CONFIRMA PODER DE LA MENTE CORPUSCULAR Y MENTE ONDULATORIA
Publicado por ROBERT SALAS FALCONI el enero 11, 2014
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TEORÍA BIOCÉNTRICA DEL COSMOS:
FÍSICA CÚANTICA, CONFIRMA EL PODER DE LA MENTE ONDULATORIA Y DE LA MENTE CORPUSCULAR:
“LO QUE PENSAMOS, CREEMOS Y TEMEMOS,
SE MATERIALIZAN EN NUESTRO ENTORNO”
Condensado del libro “Origen Electro Mental de los Terremotos” (Nuestros pensamientos positivos o negativos, deciden el destino feliz o infeliz del mundo). Resumido por su autor, Robert Salas Falconi.
Cuando en la “Teoría Biocéntrica del Cosmos” (Vida increada al interior y contorno de las partículas subatómicas) aseguro que la vida discreta, es la única entidad creadora (por evolución) de la materia, tal vez alguien esté pensando en la ecuación E= mc2, de Einstein
o esté recordando el viejo edicto que asevera que la materia y la energía, no se crean ni se destruyen solo se transforman.
En efecto, en la mecánica clásica de Newton y en la relativista de Einstein, el principio de la conservación de la energía física, es inviolable; pero sólo en los límites de la tercera dimensión de la escala cósmica de las cosas ordinarias.
Pero en los mundos invisibles de la cuarta, quinta y otras dimensiones superiores del universo así como en los mundos mentales en las que permanecemos activos mientras dormimos o estamos desprendidos en definitivo de nuestro organismo muerto; el principio de la conservación de la energía física, carece de importancia.
Asimismo, en los mundos subatómicos donde interactúan los protones, electrones, neutrones; la conservación de la energía, es considerada todavía, como principio básico, pero ya no con la validez absoluta que antes tenía.
Debido al principio de incertidumbre de Heisenberg por ejemplo, en periodos breves de tiempo pero tan breves que casi son inexistentes pero son reales, no se cumple el principio de la conservación.
Cuando colisiona un protón virtual con un antiprotón también virtual por ejemplo, ambas partículas se aniquilan y desaparecen por completo en la nada sin dejar tras de sí, ninguna forma de energía como síntesis.
Pero en cambio, si colisiona un protón ordinario con un antiprotón también ordinario; ambas partículas se aniquilan y desaparecen dejando un campo de energía de rayos gamma.
Así vemos que las leyes de la física clásica de Newton y la física relativista de Einstein, discrepan con la física cuántica de Max Planck.
Las cosas macroscópicas para su estudio, requieren leyes de la mecánica clásica y de la relativista; pero las cosas microscópicas para su comprensión, necesitan leyes de la física o mecánica cuántica.
En el universo paralelo, las leyes psíquicas de la mente ondulatoria y de la mente corpuscular, están entrelazadas con las leyes de la materia a través de la física cuántica. No obstante la mayoría, desconocemos que la mecánica cuántica; es decir, el modelo teórico y práctico hoy dominante en la ciencia, ha demostrado la relación íntima que existe entre el pensamiento y las realidades del universo.
Experimentos extraordinarios en laboratorios complejos, han reconocido la ley de la atracción psíquica que dice; “Lo que pensamos, creemos y tememos, se materializan en nuestro entorno, en sucesos felices o infelices”.
Empecemos analizando, los experimentos de neurología en la que están sutilmente, las leyes de la mecánica ondulatoria o física cuántica.
Mediante la tomografía, se ubican las diferentes zonas de la actividad definida de la mente en el cerebro. Con electrodos conectados al cerebro y al tomógrafo, se obtiene una tomografía; por decir así, se perciben en el cerebro, imágenes mentales por secciones como ver desde el aire, un valle dividido en parcelas con distintos sembradíos. La técnica consiste en medir la actividad eléctrica del cerebro, mientras se produce otra actividad mental de carácter racional, sentimental o emocional. De esta manera, se sabe a que parte del cerebro, corresponde cada actividad de la mente consciente dentro del cerebro.
Cuando los neurólogos abren el cráneo y manipulan algunas neuronas encefálicas correspondientes al área del leguaje, el paciente sin ser poliglota; habla diferentes idiomas ajenos a su lenguaje natal.
¿Cómo explicar de manera racional este hecho?
Cuando vemos un objeto como una manzana, surge en nuestro encéfalo, una imagen mental del objeto visto; por eso, identificamos como manzana, al objeto visto.
Pero cuando cerramos los ojos y pensamos en la manzana; aparece la misma imagen psíquica de la manzana antes vista. Si la actividad cerebral es igual, tanto cuando vemos como cuando pensamos; entonces, ¿Cuál es la realidad para nosotros? ¿Lo que vemos o lo que pensamos?
Para nuestro cerebro, lo que vemos, es tan real como lo pensado.
Por esta igualdad de imágenes psíquicas dentro del cerebro, elaboramos nuestras realidades por medio de nuestras emociones; es decir, todo lo que pensamos, creemos y tememos, se materializan en sucesos felices o infelices, en cumplimiento de la ley mental de atracción psíquica.
En nuestro cerebro el hipotálamo, produce pequeñas moléculas llamados neuropéptidos (neurohormonas).
Los genera, como respuesta a nuestros pensamientos y emociones (ira, alegría, tristeza, envidia, etc.) que a diario, sentimos.
Cuando pensamos o tenemos una emoción, el hipotálamo produce y descarga a través de la glándula pituitaria, un torrente de neuropéptidos a la sangre.
Esto es, el cerebro libera a los neuropéptidos, por medio de la fisura sináptica (espacio entre neurona y neurona); para que nuestro organismo, reaccione de acuerdo a la calidad de nuestra emoción o pensamiento. Así queda demostrado que el pensamiento aunque nunca es visto de manera ordinaria, es “percibido” por medio de los neuropéptidos descargados a la sangre.
Investigaciones realizadas en la física atómica (microfísica de moléculas, corteza atómica y física de las partículas elementales), han convencido a ciertos científicos, que nuestra mente ondulatoria y la corpuscular, es capaz de crear una realidad; a partir de nuestros pensamientos, creencias, temores y emociones.
El comportamiento de una micropartícula (partícula elemental o subatómica) por ejemplo, cambia según nuestra actividad.
Cuando en un momento dado nuestra expectativa es mirar, la micropartícula se comporta como onda; mientras que en otro momento cuando dejamos de mirar, se comporta como partícula.
Esto significa que nuestras realidades hasta cierto punto, son productos de nuestras propias expectativas.
Con moléculas de agua, se demuestra que nuestra mente corpuscular y la ondulatoria, es capaz de crear nuestras realidades.
Gotas de agua limpia y de agua sucia, se guardan por separado en una nevera.
En la fotografía microscópica del agua limpia solidificada, las moléculas, crean cristales de alineación bellísima; mientras que del agua sucia, crean cristales de formación caótica.
En recipientes de agua, se ponen las palabras (con letras metálicas) amor y odio.
En la vasija de agua conteniendo la palabra amor, las moléculas, crean formaciones armoniosas de cristales; mientras que en la segunda, aparecen cristales desordenados.
Si las moléculas de átomos de hidrógeno y oxígeno del agua, crean formaciones armoniosas de cristales como también en desorden; entonces en nuestro organismo formado por 70% de agua, nuestras emociones, pensamientos, creencias y temores; decidirán que nuestras realidades, sean armoniosas o caóticas.
Los experimentos de la neurología y la física cuántica en el campo de la mente y la espiritualidad, están orientados a tratar de localizar el lugar de residencia de nuestra conciencia individual; es decir, intentan encontrar al verdadero pensador y observador de toda experiencia a través de los sentidos.
Se preguntan, ¿quién está detrás del cerebro o quien manipula a las neuronas encefálicas?
Los científicos saben que desde las neuronas cerebrales, parten los impulsos eléctricos hacia nuestros músculos donde chocan con la glucosa para una definida acción; pero no saben, quien es el pensador o que cosa es el observador dentro del cerebro.
En los libros de mi autoría, “Teoría Biocéntrica del Cosmos” y el “Origen Electro Mental de los Terremotos”, se enseña que en el universo y en nuestro organismo, sólo existen, dos únicas realidades; cada una, en estado de vibración.
Es la vida increada y la materia creada por medio de la evolución cósmica.
En nuestro caso, un extremo de la realidad vibratoria, es la vida humana de existencia inmortal; mientras que el extremo opuesto, es la materia humana u organismo de existencia temporal.
El núcleo central de la vida humana, constituye el hombre divino, interno y reencarnante.
Al hombre interno, divino y reencarnante, la psicología denomina ego, Yo o psiquis; mientras que las religiones, llaman alma o espíritu. Con cualquier nombre, el hombre interno, es la que se exterioriza en cada pizca de nuestra sangre, consciencia, mente y memoria; por tanto el hombre interno, está detrás del cerebro y percibe las cosas con o sin la intervención de nuestros sentidos físicos.
Cuando sin ver objetivamente a ninguna mujer por ejemplo, tenemos un pensamiento o idea de una hermosa mujer desnuda; nuestra mente, tiene el poder de producir la erección del pene. Con el poder de nuestros pensamientos como causa psíquica y asociados a una visualización, podemos obtener casi todo, lo que sanamente deseamos.
Robert Salas Falconi
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Autor de los libros:
1.-”Teoría Biocéntrica del Cosmos”
(vida increada al interior y contorno de las partículas subatómicas)
2.- “Origen Electro Mental de los Terremotos”
(Nuestros pensamientos positivos o negativos, deciden el destino feliz o infeliz del mundo)
3.- Pronto; “Los Terremotos y la Transformación del Mundo”
(Nuestro salto atómico y cuántico a la 5ta. Dimensión)
Un Mil Bendiciones y Una Más
Sol Monasterio
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