LAS CINCO HERIDAS QUE IMPIDEN SER UNO MISMO
LAS CINCO HERIDAS QUE IMPIDEN SER UNO MISMO
Nuestra alma elige
los padres y las circunstancias de nacimiento por razones muy precisas.
Venimos a experimentar una serie de vivencias para sanar una serie de
heridas, y así integrar la personalidad con el alma. Venimos a aprender a
aceptar y amar
incondicionalmente partes de nosotros que hasta ahora
han vivido ignoradas y con miedo.
Somos atraídos hacia padres con
heridas como las nuestras para recordarnos qué hemos venido a amar.
Aprender a aceptar nuestras heridas es aprender a ser responsables y a
amarnos incondicionalmente, y esa es la llave para la transformación y
la sanación del alma.
¿Te has dado cuenta que cuando acusas a alguien de algo, esa persona te
acusa a ti de lo mismo?. Verifícalo con la otra persona, y aparte de
sorprenderte, verás cómo te liberas de juicios.
No aceptar
nuestra herida, sentirnos culpables, con vergüenza o juzgarnos, es
atraer circunstancias y personas que nos harán sentir esa herida no
aceptada. Aceptar la herida no significa que sea nuestra preferencia
tenerla; significa que, como seres espirituales que elegimos vivir la
experiencia humana para espiritualizar la materia, nos permitimos
experimentar esa herida sin juzgarnos y aprender de la experiencia.
Mientras haya miedo, hay herida y hay un juicio o creencia que bloquea
su sanación. Cuando aprendemos a aceptar nuestras heridas estamos
desarrollando el amor y estamos espiritualizando la materia.
Las cinco heridas del alma más comunes son:
- El rechazo
- El abandono
- La humillación
- La traición
- La injusticia
No necesariamente tenemos las cinco heridas. Con humildad y sinceridad
cada cual puede reconocer sus heridas. Reconocer nuestra limitación
humana es el primer paso en el proceso de sanación. Si nos cuesta
identificar nuestras heridas es porque nos ocultamos tras una máscara,
que se construyó para no ver ni sentir esa herida.
LISE BURBEAU
Ilustración de Ken Wong
Ilustración de Ken Wong
Un Mil Bendiciones y una Más
Sol Monasterio
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