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sábado, 1 de febrero de 2014

SOBRE LOS SUEÑOS. GNOSIS

 

 

Sobre los sueños

 
La Gnosis enseña que existen muchas clases diferentes de sueños que la Moderna Psicología decadente del hemisferio occidental ignora radicalmente.

Incuestionablemente , los sueños son de diversa calidad específica debido al hecho concreto de que se hallan íntimamente relacionados con cada uno de los centros psíquicos del organismo humano. 

En rigor de verdad y sin exageración alguna podemos afirmar que la mayoría de los sueños se encuentran vinculados con el centro instintivo-motor; esto es, son el eco de cosas vistas en el día, de simples sensaciones y movimientos, mera repetición astral de lo que diariamente vivimos. 

Así mismo, algunas experiencias de tipo emocional, tales como el miedo -que tanto daño hace a la humanidad-, suelen tener cabida en esos sueños caóticos del centro instintivo-motor.

Existen, pues, sueños emocionales, sexuales, intelectuales, motores e instintivos, etc., etc., etc. 

Los sueños más importantes, las vivencias íntimas del Ser, se hallan asociadas a los dos centros: emocional superior y mental superior.

Ciertamente, resultan interesantes los sueños relacionados con los dos centros superiores, se caracterizan siempre por lo que se podría denominar una formulación dramática. 

Ahora bien si pensamos en el Rayo de la Creación, en los centros superiores e inferiores y en las influencias que descienden por el citado Rayo Cósmico, debemos admitir que se presentan en nosotros vibraciones luminosas que intentan curarnos, que tratan de informarnos sobre el estado en que nos encontramos, etc. 

Resulta útil recibir mensajes y estar en contacto con los adeptos aztecas, mayas, toltecas, egipcios, griegos, etc.

Es también maravilloso platicar con las diversas partes más elevadas de nuestro Ser.

Los centros superiores están plenamente desarrollados en nosotros y nos transmiten mensajes que debemos aprender a captar concientemente. 

A aquellas personas muy selectas que han tenido momentos de recuerdo de sí en la vida, en los que vieron una cosa o a una persona común y corriente de un modo completamente nuevo, no les sorprenderá si les digo en este capítulo que tales momentos tienen la misma calidad o sabor interior que esos raros y extraños sueños relacionados con los dos centros, emocional y mental superior. 

Indubitablemente, el significado de tales sueños trascendentales pertenece al mismo orden que a la realización en sí del Rayo de la Creación y, en particular, a la octava lateral del sol.

Cuando uno comienza a darse cuenta de la honda significación de esa clase específica de sueños, es señal de que ciertas fuerzas luchan por despertarnos, sanarnos o curarnos. 

Cada uno de nosotros es un punto matemático en el espacio que sirve de vehículo a determinada suma de valores, buenos o malos.

La muerte es una resta de quebrados; terminada la operación matemática, lo único que quedan son los valores (blancos o negros). 

De acuerdo con la ley del eterno retorno, es ostensible que los valores retornan, se reincorporan.

Si un hombre empieza a ocuparse más conscientemente del pequeño ciclo de los sucesos recurrentes de su vida personal, podrá entonces verificar por sí mismo, mediante la experiencia mística directa, que en el sueño diario se repite siempre la misma operación matemática de la muerte. 

En ausencia del cuerpo físico, durante el sueño normal, los valores, sumergidos en la luz astral, se atraen y repelen de acuerdo con las leyes de la imantación universal.

La vuelta al estado de vigilia implica, de hecho y por derecho propio, el retorno de los valores al interior del cuerpo físico. 

Una de las cosas más extraordinarias es que la gente piensa que sólo está en relación con el mundo externo.

La Gnosis nos enseña que estamos en relación con un mundo interior, invisible para los sentidos físicos ordinarios pero visible para la clarividencia. 

El mundo interior invisible es mucho más extenso y contiene muchas más cosas interesantes que el mundo exterior, hacia el cual siempre se está mirando a través de las cinco ventanas de los sentidos. 

Muchos sueños se refieren al lugar donde estamos es el mundo interior invisible desde el cual surgen las diversas circunstancias de la vida.

El lenguaje de los sueños es  exactamente comparable al lenguaje de las parábolas. 

Aquéllos que interpretan todo literalmente piensan que el Sembrador del Evangelio Crístico salió a sembrar y que la semilla cayó en pedregales, etc., etc., etc., más no entienden el sentido de tal parábola porque éste, en sí mismo, pertenece el lenguaje simbólico del centro emocional superior. 

No está demás recordar que todo sueño, por absurdo o incoherente que éste sea, tiene algún significado pues nos indica no sólo el centro psíquico al cual se halla asociado sino, también, al estado psicológico de tal centro. 

Muchos penitentes que presumían de castos, cuando fueron sometidos a pruebas en los mundos internos, fallaron en el centro sexual y cayeron en poluciones nocturnas.

En el adepto perfecto los cinco centros psíquicos: intelectual, emocional, motor, instintivo y sexual, funcionan en plena armonía con el infinito. 

¿Cuáles son los funcionalismos mentales durante el sueño? ¿Qué emociones nos agitan y conmueven? ¿Cuáles son nuestras actividades fuera del cuerpo físico?¿Qué sensaciones instintivas predominan? ¿Hemos tomado nota de los estados sexuales que tenemos durante el sueño? 

Debemos sincerarnos con nosotros mismos. Con justa razón dijo Platón: "El hombre se conoce por sus sueños".

La cuestión del funcionalismo equivocado de los centros es un tema que exige un estudio de toda la vida, a través de la observación de sí mismo en acción y del examen riguroso de los sueños. 

No es posible llegar en un instante a la comprensión de los centros y de su trabajo correcto o equivocado; necesitamos infinita paciencia...

Toda la vida se desenvuelve en función de los centros y es controlada por éstos. 

Nuestros pensamientos, sentimientos, ideas, esperanzas, temores, amores, odios, acciones, sensaciones, placeres, satisfacciones, frustraciones, etc., se encuentran en los centros. 

El descubrimiento de algún elemento inhumano en cualquiera de los centros debe ser motivo más que suficiente para el trabajo esotérico. 

Todo defecto psicológico debe ser previamente comprendido, mediante la técnica de la meditación, antes de proceder a su eliminación.

Extirpar, erradicar, eliminar cualquier elemento indeseable, sólo es posible invocando el auxilio de Tonantzin (la Divina Madre Kundalini), una variante de nuestro propio Ser, el Fohat particular de cada uno de nos. 

Así es como vamos muriendo de instante en instante; sólo con la muerte adviene lo nuevo.

En la escala de los seres y las cosas, incuestionablemente nos llegan influencias de toda clase.

Si hemos comprendido el Rayo de la Creación sabremos también que en todo instante de la vida nos llegan influencias y que éstas son de diferente calidad. 

Es preciso recordar siempre que hay influencias superiores que actúan sobre nosotros y que son registradas por nuestro aparato psíquico, pero si estamos apegados a nuestros sentidos y no ponemos atención plena a nuestra vida interior, entonces tampoco lograremos percibir éstas influencias.

Claves para interpretar los Sueños


La ciencia básica de la interpretació n de los sueños, debemos buscarla en la Ley de las Analogías Filosóficas, en la Ley de las Analogías de los Contrarios, en la Ley de las Correspondencias y de la Numerología. 
 

Ley de las analogías filosóficas:


Entendemos por esta ley de interpretació n, las enseñanzas que se reciben de acuerdo a los grandes categoremas filosóficos, es decir el pensamiento superior.
 

Ley de las analogías de los contrarios:


Esta se basa en la interpretació n de los opuestos, por ejemplo: dulce y amargo; es decir, si soñamos con dulces es señal de amargura, sufrimiento, dolor moral.
 

Ley de las correspondencias:


Son aquellas experiencias que se parecen o corresponden con algo. Por ejemplo: soñar que uno está en un desierto es sinónimo de soledad. 
 

Ley de la numerología:


El Venerable Maestro Samael Aun Weor explica que el ser humano está regido por los arcanos del Tarot. Esto es no solo el patrón de medida de la humanidad, sino muy especialmente de quien sigue el sendero iniciático, puesto que las partes  más elevadas del Ser así como los ángeles. (Maestros del Invisible) que ayudar al neófito a despertar la conciencia, pueden expresarse a través de los números. 

Daremos a continuación una lista de los posibles elementos que pueden presentarse como ideas arquetípicas en los sueños los cuales deben ser correctamente interpretados, ya que solo la conciencia puede captar el profundo mensaje de contenido en las experiencias oníricas. 

Es importante recalcar que a la hora de la interpretació n debe el neófito estar libre de fanatismos, celos, odios, orgullo, deseos, ambiciones, envidia, etc., porque todos estos defectos pertenecen al Yo, a las tinieblas interiores, y se procesan a través de la mente subjetiva. 

Si llegado el caso el estudiante no ha comprendido la profunda magnitud de una experiencia, es aconsejable que pida a su Madre Divina le repita el mensaje de manera que él pueda captarlo, eso significa que en ningún caso es aconsejable tratar de comprender con la mente aquello que no se entendió con el corazón. 

 

NUMEROLOGÍA

Predicción síntesis.


No.1: Espada, voluntad, poder. (El Mago: El hombre)

No.2: Ciencia oculta, favorable. (La Sacerdotisa: La mujer del Mago)

No.3: Producción material y espiritual. (La Emperatriz: La Madre Divina) 

No.4: Misericordia, mando, progreso. (El Emperador: El Intimo)

No.5: Marte, guerra, el karma. (El Jerarca: El rigor, La ley divina)

No.6: Victoria, buena suerte. (La indecisión: El enamorado) 

No.7: Guerras, luchas, dolor, expiación, amargura. (El triunfo: El carro de la guerra)

No.8: Sufrimientos, luchas, pruebas, dolor. (La Justicia: El Arcano de Job) 

No.9 : Soledad, sufrimientos. (El Eremita: La iniciación)

No.10: Cambios, buenos negocios. (La retribución: La rueda de la fortuna)

No.11: Que no haya temor, favorece la ley. Marte. (La persuasión: El león domado) 

No.12: Sufrimientos, dolores. el arcano A.Z.F. nos saca del dolor (El apostolado: El sacrificio por la humanidad)

No.13: Transformaciones, indica cambio total (La inmortalidad: Muerte y Resurrección) 

No.14: Estabilidad, larga vida, no cambios. (La temperancia: Matrimonio, asociación)

No.15: Anuncia peligros, fracaso amoroso. (La pasión: Tifón Bafometo)

No.16: Castigo terrible, caída. evítese esta fecha. (La fragilidad: La torre fulminada) 

No.17: Significa esperanza y espera. (La esperanza: La estrella de la esperanza)

No.18: Enemigos ocultos, enfermedades, no negocios. (El crepúsculo: Enemigos ocultos)

No.19: éxitos, buena suerte, la piedra filosofal (La inspiración: El Sol Radiante) 

No.20: Cambios favorables; aprovéchelos, acabar con las debilidades (La resurrección: La resurrección de los muertos)

No.21: Desmoralizació n total para el mal. Llave mágica: runa ollin. Antítesis, enemigos de Hiram Abiff. (La Transmutación: El loco, la insensatez) 

No.22: Triunfo, todo sale bien. poder, fuerza. buena suerte. (El regreso: La verdad, la corona de la vida)

 NOTA: Cuando la cifra es mayor de 22, entonces se suman los dígitos para proceder a su interpretació n. Ejemplo: 17,120= 1+7+1+2+0= 11. 11 significa "Que no haya temor favorece la ley".

Disciplina Yoga del Sueño

Aquellos aspirantes que sinceramente anhelen la experiencia mística directa, incuestionablemente deben comenzar con la disciplina del Yoga del sueño.

Es ostensible que el gnóstico debe ser exigente consigo mismo y aprender a crear condiciones favorables para el recuerdo y comprensión de todas esas experiencias íntimas que siempre ocurren durante el sueño. 

Antes de acostarnos para el descanso de los afanes y fatigas del diario vivir, conviene poner la debida atención al estado en que nos encontramos.

Los devotos, que debido a las circunstancias llevan vida sedentaria, nada pierden y mucho ganan su antes de acostarse realizan un paseo corto a paso vivo y al aire fresco; tal paseo aflojará sus músculos. 

Sin embargo, conviene aclarar que jamás debemos abusar de los ejercicios físicos; necesitamos vivir armoniosamente.

La cena, merienda o comida final del día, debe ser ligera, libre de manjares pesados o estimulantes, evitando cuidadosamente el ingerir elementos que puedad desvelarnos, quitarnos el sueño. 

La forma más elevada de pensar es no pensar. Cuando la mente está quieta y en silencio, libre de los afanes del día y de las ansiedades mundanas, se encuentra entonces en un estado ciento por ciento favorable para la práctica del Yoga del sueño. 

Cuando realmente trabaja el centro emocional superior concluye, aunque sea por breve tiempo, el proceso del pensar..

Es evidente que el mencionado centro entra en actividad con la embriaguez dionisíaca.

Tal arrobamiento se hace posible al escuchar con infinita devoción las sinfonías deliciosas de un Wagner, de un Mozart, de un Chopin, etc.

La música de Beethoven, muy especialmente resulta extraordinaria para hacer vibrar intensivamente al centro emocional superior. 

En ella encuentra el gnóstico sincero un inmenso campo de exploración mística, porque no es música de forma sino de ideas arqueteipicas inefables; cada nota tiene su sugnificado; cada silencio una emoción superior. 

Beethoven, al sentir tan cruelmente los rigores y pruebas de la "Noche espiritual", en vez de fracasar como muchos aspirantes, fué abriendo los ojos de su intuición al supernaturalismo misterioso, a la parte espiritual de la naturaleza, a esa región donde viven los Reyes angélicos de ésta Gran Creación Universal: Tlaloc, Huehueteotl, etc., etc. 

Ved al "músico-filósofo" a lo largo de su existencia ejemplar. Sobre su mesa de trabajo tiene constantemente a la vista a su Divina Madre Kundalini, la inefable Neith, la Tonantzin de Anáhuac, la suprema Isis egipcia. 

Se nos ha dicho que el citado gran Maestro había puesto al pie de aquella figura adorable una inscripción, de puño y letra del mismo, que misteriosa reza: "Yo soy la que ha sido, es y será, y ningún mortal ha levantado mi velo". 

El progreso íntimo revolucionario se hace imposible sin el auxilio inmediato de nuestra Divina Madre Tonantzin.

Todo hijo agradecido debe amar a su madre; Beethoven amaba entrañablemente a la suya.

Fuera del cuerpo físico, en las horas del sueño, el alma puede platicar con su Divina Madre; empero, es evidente que debemos empezar con la disciplina del sueño. 

Necesitamos prestar atención a la recámara en la que hemos de dormir. La decoración debe ser agradable. Los colores más deseables para los fines que se persiguen -a despecho de lo que otros autores aconsejan- son, precisamente, las tres tonalidades primarias: azul, amarilla y roja. 

Indubitablemente, los tres colores básicos se corresponden siempre con las tres fuerzas primarias de la naturaleza (el santo triamanzikamno) . Santo afirmar, santo negar y santo conciliar.

No está demás recordar que las tres fuerzas originales de ésta Gran Creación cristalizan siempre en forma positiva, negativa y neutra. 

La "causa causorum" del santo Triamanzikamno se encuentra oculta en el elemento activo Okidanok; éste último, en sí mismo, es tan sólo la emanación del sagrado absoluto solar.

Obviamente, el rechazo a los tres colores fundamentales, después de todas éstas razones expuestas, equivale, por simple deducción lógica, a caer en un despropósito, en un desatino. 

El Yoga del Sueño resulta extraordinario, maravilloso, formidable; sin embargo, suele ser muy exigente.

La recámara debe estar siempre muy bién perfumada y ventilada, mas no inundada con el sereno frío de la noche. 

Después de una detallada revisión se sí mismo y de la recámara en la que hemos de dormi, el gnóstico debe examinar su cama.

Si observamos cualquier brújula, podemos verificar por nosotros mismos que la aguja se orienta hacia el norte. 

Incuestionablemente , es posible aprovechar conscientemente esa corriente magnética del mundo que fluye siempre de Sur a Norte.

Orientemos el lecho en forma tal que la cabecera quede siempre hacia el Norte; así podremos usar inteligentemente la corriente magnética indicada por la aguja. 

El colchón no tiene que ser exageradamente duro ni tampoco demasiado blando, es decir, tiene que tener una elasticidad tal que en modo alguno afecte a los procesos psíquicos del durmiente.

Los resortes chillones o una cabecera que cruja y gima al menor movimiento del durmiente, constituyen un serio obstáculo para éstas prácticas. 

Se colocan debajo de la almohada un cuaderno o libreta y un lápiz, de modo tal que se les pueda encontrar fácilmente en la obscuridad.

Las ropas de cama deben ser frescas y muy limpias; debe perfumarse la funda de la almohada con nuestra fragancia preferida. 

Después de cumplir con todos estos requisitos, el asceta gnóstico procederá a dar el segundo paso de esta disciplina esotérica.

Se meterá en su lecho y, habiendo apagado las luces, se acostará en decúbito dorsal, es decir, sobre sus espaldas, con los ojo cerrados y las manos sobre el plexo solar. 

Se quedará completamente quieto durante algunos instantes y, después de haberse aflojado o relajado totalmente, tanto en lo físico como en lo mental, se concentrará en Morfeo, el Dios del sueño.

Incuestionablemente , cada una de las partes aisladas de nuestro Real Ser ejerce determinadas funciones, y es precisamente Morfeo (no se confunda con Orfeo) el encargado de educarnos en los misterios del sueño. 

Sería algo más que imposible trazar un esquema del Ser; empero, todas las partes espiritualizadas, aisladas, de nuestra presencia común, quieren la perfección absoluta de sus funciones.

Cuando nos concentramos en Morfeo, éste se alegra por la brillante oportunidad que le brindamos. 

Es urgente tener fe y saber suplicar. Nosotros debemos pedirle a Morfeo que nos ilustre y despierte en los mundos suprasensibles. 

A esta altura comienza a apoderarse del gnóstico esoterista una somnolencia muy especial, y entonces adopta la postura del león: 

"Acostado sobre su lado derecho, con la cabeza apuntando hacia el Norte, recoge las piernas hacia arriba lentamente hasta que las rodillas queden dobladas. En esta posición la pierna izquierda se apoya sobre la derecha; luego coloca la mejilla derecha  sobre la palma de la mano derecha y deja que el brazo izquierdo descanse sobre la pierna del mismo lado". 

Al despertar del sueño normal no debemos movernos, porque es claro que con tal movimiento se agitan nuestros valores y se pierden los recuerdos.

Indubitablemente, el ejercicio retrospectivo se hace indispensable en tales instantes, cuando deseamos recordar con entera precisión todos y cada uno de nuestros sueños. 

El gnóstico debe anotar muy cuidadosamente los detalles del sueño o sueños en la libreta o cuaderno que colocó debajo de la almohada para este propósito.

Así podrá llevar un record minucioso sobre su progreso íntimo en la yoga del sueño. 

Aunque sólo quedaren en la memoria vagos fragmentos del sueño o sueños, éstos deben ser cuidadosamente registrados.

Cuando no ha quedado nada en la memoria, debe iniciarse el ejercicio retrospectivo con base en el primer pensamiento que hayamos tenido en el instante preciso del despertar; obviamente, aquél se encuentra asociado íntimamente al último sueño. 

Necesitamos aclarar solemnemente que el ejercicio retrospectivo se inicia antes de haber retornado totalmente al estado de vigilia, cuando aún nos encontramos en estado de somnolencia tratando de seguir conscientemente la secuencia del sueño. 

La práctica del mencionado ejercicio se comienza siempre con la última imagen que hubiéramos tenido instantes antes de regresar al estado de vigilia.

Terminaremos este capítulo afirmando solemnemente que no es posible pasar más allá de esta parte relacionada con la disciplina del yoga del sueño a menos que hayamos logrado la memoria perfecta de nuestras experiencias oníricas.


gnosticum philosoforum




Un Mil Bendiciones y Una Más
Sol Monasterio

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