Sobrios y abstractos. Los jardines zen –conocidos también como jardines secos– se enfocan en la filosofía budista, donde el ser humano entra en simbiosis con la naturaleza para encontrar armonía y equilibrio en el alma.
El jardín Zen se utiliza como un lugar para la contemplación, el pensamiento profundo, y el zazen( práctica de meditación)..
Se considera que la serenidad en un mundo caótico puede liberarnos del caos. El jardín es como el concepto de wu o mu ( la noción de un vacío más allá de toda forma y color). La intención principal de cualquier jardín Zen es su capacidad para guiar a un satori, (iluminación). Uno puede simplemente mirar el jardín, contemplando su significado y meditando para alcanzar el satori.
Son una herramienta de relajación y meditación para los que practican alguna de estas disciplinas y para quienes no, representan una alternativa para dejar de lado el estrés cotidiano, permitiendo descansar lamente al focalizar la atención en un solo acto deconcentración y creatividad, abandonando así de lado otros sentimientos como la ansiedad , la angustia y los miedos.
Tomado de la Red
Construir un Jardín Zen
Los Jardines Zen fueron creados en el Japón Medieval durante el período Muromachi por los monjes Zen con el fin de utilizarlos como lugares de meditación y contemplación. Ese es el principal objetivo de un Jardín Zen o “jardín seco”. Se basan en dos principios estéticos: "yugen" y "yohaku "que representan la elegancia y grandeza de las pequeñas cosas incluyendo la belleza del vacío.
Tengan en cuenta los siguientes tips para combinar las tres porciones sagradas y esenciales que componen un Jardín Zen: el espacio, la fluidez y la simplicidad.
Y podrán crear el suyo aún si cuentan con un espacio reducido, puede ser en el exterior de tu casa o hasta en el interior, lo más importante no es su tamaño, sino los elementos que lo componen.
El Jardín Zen permite creatividad, armonía y equilibrio entre las personas y los espacios. Se utilizan para dibujar y diseñar sobre la arena, creando o simplemente jugando.
Tengan en cuenta los siguientes tips para combinar las tres porciones sagradas y esenciales que componen un Jardín Zen: el espacio, la fluidez y la simplicidad.
Y podrán crear el suyo aún si cuentan con un espacio reducido, puede ser en el exterior de tu casa o hasta en el interior, lo más importante no es su tamaño, sino los elementos que lo componen.
El Jardín Zen permite creatividad, armonía y equilibrio entre las personas y los espacios. Se utilizan para dibujar y diseñar sobre la arena, creando o simplemente jugando.
Los Elementos
· ARENA DE CUARZO: Permiten recibir, almacenar y transmitir energía. Son generadores permanentes de energía positiva.
· ARENA DE MAR: Absorbe, recicla y trasmuta la energía a través de su magnetismo. Neutraliza las frecuencias nocivas en un ambiente interior de tranquilidad y serenidad.
· PIEDRAS: Representan las experiencias, los obstáculos y los tropiezos a lo largo de la vida.
· VELAS: Iluminan el camino a seguir. Al observar la llama encendida se observaran los surcos sobre la arena que son nuestros propios caminos. Se canalizará mejor la energía de acuerdo al color de la vela.
Realmente merece la pena crear nuestro propio “Jardín de Meditación” oriental. Veamos el armado de un Jardín Zen:
1 - El primer paso es decidir el lugar y el tamaño del Jardín Zen, considerando el espacio disponible y el tiempo que tendrán para dedicarle a esta pequeña maravilla de la naturaleza. Pueden disponer de una parte del jardín (también se puede armar en algún espacio dentro de la casa) o comenzar por uno en miniatura que puedan colocar, por ejemplo encima de su escritorio. No olviden que el Jardín Zen es por encima de todo, un lugar de paz, por ese motivo, si tienen niños o animales consideren bien su ubicación. Los pasos a seguir serán los mismos aunque a escalas diferentes. Por lo que será importante diseñar en papel la idea que quieren expresar, de esta manera podrán recolectar todos los elementos que quieren incluir y contar con ellos en el momento del armado.
· ARENA DE CUARZO: Permiten recibir, almacenar y transmitir energía. Son generadores permanentes de energía positiva.
· ARENA DE MAR: Absorbe, recicla y trasmuta la energía a través de su magnetismo. Neutraliza las frecuencias nocivas en un ambiente interior de tranquilidad y serenidad.
· PIEDRAS: Representan las experiencias, los obstáculos y los tropiezos a lo largo de la vida.
· VELAS: Iluminan el camino a seguir. Al observar la llama encendida se observaran los surcos sobre la arena que son nuestros propios caminos. Se canalizará mejor la energía de acuerdo al color de la vela.
Realmente merece la pena crear nuestro propio “Jardín de Meditación” oriental. Veamos el armado de un Jardín Zen:
1 - El primer paso es decidir el lugar y el tamaño del Jardín Zen, considerando el espacio disponible y el tiempo que tendrán para dedicarle a esta pequeña maravilla de la naturaleza. Pueden disponer de una parte del jardín (también se puede armar en algún espacio dentro de la casa) o comenzar por uno en miniatura que puedan colocar, por ejemplo encima de su escritorio. No olviden que el Jardín Zen es por encima de todo, un lugar de paz, por ese motivo, si tienen niños o animales consideren bien su ubicación. Los pasos a seguir serán los mismos aunque a escalas diferentes. Por lo que será importante diseñar en papel la idea que quieren expresar, de esta manera podrán recolectar todos los elementos que quieren incluir y contar con ellos en el momento del armado.
2 - La mayoría de los elementos necesarios para crear un Jardín Zen pueden ser adquiridos en tiendas de jardinería, bricolage y ferreterías. Para comenzar van a precisar:
· madera o un recipiente grande
· clavos, tornillos o cola para madera
· herramientas adecuadas
· materia de protección contra hierbas dañinas
· arena fina, grava, rocas, piedras y otros elementos decorativos
· iluminación
· fuentes de agua
· vegetales
· paciencia
3 - Utilizando tamaños de madera adecuados, construyan un molde para contener la arena y los otros elementos que compondrán su Jardín Zen. Utilicen las placas de madera para construir una caja lo suficientemente profunda para contener cerca de 10 cm de arena. Después de construido el molde, que puede ser cuadrado, rectangular u octogonal, pueden pintarlo o barnizar la madera para obtener un acabado más perfecto. Si la idea es tener un Jardín Zen en miniatura, pueden construir su propio molde en madera o escoger entre una variedad de recipientes adecuados. Si prefieren un recipiente en mimbre, será necesario forrarlo en plástico para impedir que la arena se escape.
4 - Los Jardines Zen seducen, principalmente, por su limpieza y líneas simples, por eso, si lo ubican en el exterior, precisan protegerlo de las hierbas dañinas, que pueden conseguir en comercios especializados. Si hay hierbas en el lugar elegido deberán quitar toda la que exista sobre la superficie que destinen a la construcción del Jardín Zen.
5 - Coloquen alguna fuente de agua. Pueden instalar algún estanque, fuentes o recrear cursos de agua que incluyan pequeñas cascadas. Es importante que el agua se encuentre en movimiento para generar un espacio sonoro que ayude a la meditación.
6 - Llenar el recipiente con arena hasta el borde y utilizar un rastrillo para distribuirla uniformemente. Cubrir toda la superficie con una abundante capa de arena de por lo menos 5 cm de espesor. Cuanto más fina sea la arena utilizada, mayor será el efecto relajante. Si quieren pueden agregarle grava para dar mayor consistencia y equilibrio a la arena. Cada uno de los elementos tiene su propio simbolismo, siendo que la arena y la grava simbolizan la paz y la tranquilidad de la mente y el espíritu (la ausencia de pensamientos).
7 - Las rocas son piezas clave en un Jardín Zen, elíjanlas de distintos tamaños, texturas y colores y dispónganlas sobre la arena, ellas simbolizan las montañas como un elemento predominante de la naturaleza. Las piedras representan las experiencias vitales: corazón-mente-espíritu. Si van a agruparlas, siempre háganlo en números impares y nunca de forma simétrica. Estas se suman a las piedras decorativas de colores, pequeños troncos, con o sin musgo y si lo desean, pueden completar el Jardín Zen con plantas. Opten por especies representativas de la filosofía oriental como bambú, azalea, cerezo o magnolia. No abusen de este recurso, recuerden que los principios de un Jardín Zen se asocian a lo simple y austero. También pueden colocar estatuas, faroles, puentes o elementos con agua. El mismo rastrillo es a menudo una pieza más de la decoración. Lo que se pretende es crear un escenario visualmente agradable, por lo tanto, atrévanse a experimentar con los diferentes elementos cuidando siempre de no llenar demás el espacio. Un jardín minimalista va a acentuar la fluidez de las líneas y los objetos.
8 - Las rocas y las piedras quedarán mejor si las sumergen parcialmente en la arena. No las coloquen en el centro del recipiente, sino a los lados. Se dice que para tener suerte, deben utilizar un número impar, posicionándolas asimétricamente. Los budistas creen que cada piedra tiene una “cara feliz”, o sea, examínenlas de cada ángulo para determinar su “mejor lado”. Tradicionalmente, los arreglos Zen son compuestos por cinco grupos de tres piedras cada uno. Experimenten para ver como les gusta más y no olviden que la idea es mantener el jardín lo más simple y austero posible.
9 - Las luces y sombras le dan un aire muy peculiar y hasta misterioso a los Jardines Zen. Pueden agregarle unas luces eléctricas, para disfrutarlo también de noche. Las lámparas coloridas son una buena opción, o velas para dar un efecto visual espectacular debajo de las estrellas.
10 - Con el recurso del rastrillo “peinen” la arena, pueden trazar diversos patrones como surcos circulares o en anillo sobre la arena, también un diseño largo y curvo que representa aguas agitadas, mientras que las líneas rectas simbolizan aguas calmas. El acto de rastrillado se realiza durante la meditación. En esta acción se "dibuja" la intencionalidad de las situaciones deseadas o de aquellas que se quieren cambiar o evitar.
11 – Ya esta listo tu Jardín Zen. Ahora a disfrutar de él! Piérdanse en su belleza mientras se relajan o meditan. El mismo trabajo de mantenimiento y el experimentar con sus posibles variantes es ya un poderoso anti-estresante y que debe ser divertido. Busquen y traten de conocer otros jardines para inspirarse y obtener nuevas ideas. Agreguen o retiren elementos, alteren los diseños en la arena, adapten su jardín al estado de su espíritu.
Con estas pautas y sugerencias, anímate a armar tu propio Jardín Zen.
gracias me va a re servir..
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