¿CÓMO HACERLE FRENTE A
LAS PERSONAS MANIPULADORAS?
Expresa lo que te
desagrada y cómo te sientes
Expresar nuestras
ideas de forma sencilla y clara. Es imprescindible que la otra persona se de
cuenta que no puede afectar nuestro juicio o capacidad reflexiva a partir de la
manipulación de nuestra autoconfianza o de nuestras emociones. Rebatir
agresivamente los argumentos del otro, que muchas veces no tienen ni siquiera
un basamento sólido, solo nos conduce a mantener una discusión inútil donde no
hay posibilidad de entendimiento.
Debemos tener siempre
presente que nuestro objetivo no es simplemente "no dejarnos manipular a
como de lugar" sino modificar la situación. ¿Por qué este objetivo? Porque
de seguro la persona que nos intenta manipular es significativa en algún
sentido para nosotros y estamos interesados en llegar a un acuerdo ventajoso,
ya sea para mantener las buenas relaciones interpersonales o para lograr el
desarrollo de alguna actividad conjunta. Así, es esencial que nuestro mensaje
no solo sea comprensible sino que además sea recibido con las menores
resistencias posibles por parte de nuestro interlocutor.
Recordemos además que
expresar cómo nos sentimos en relación con algo o alguien es una técnica
altamente efectiva, siempre que se realice de manera correcta y con respeto
hacia el otro. Cuando nuestro interlocutor nos escucha hablar sobre nuestros
estados de ánimo tiene la percepción de que la comunicación fluye, es abierta y
sincera. Además, la "obligamos" a ponerse en nuestro lugar, a ser
empática con lo que experimentamos y así probablemente reflexione sobre los
efectos de su comportamiento manipulador.
Exprésate en primera
persona
En muchas ocasiones el
manipulador lleva la conversación a un terreno de nadie, realiza críticas sin
personalizar, desde una posición no comprometida; dejando siempre una puerta de
escape en el caso de que alguien le pregunte a quién se refiere. La mejor
defensa contra esta estrategia comunicativa es personalizar, personalizar,
personalizar. .. hablar siempre en primera persona y pedir aclaraciones. Un
ejemplo podría ser: "yo siento que te estás refiriendo a... ¿es
así?". "Obligar" a tomar la responsabilidad por sus criterios
usualmente desarma al manipulador y termina con su estrategia.
Delimita
responsabilidades y asume errores
Otra de las técnicas
manipuladoras por excelencia es hacer sentir en culpa a la persona, hacerlo
responsable por todo, por lo que sucedió, lo que sucede e incluso lo que podría
suceder. Es algunas ocasiones tenemos ciertas responsabilidades pero nuestra
cuota de "culpa" no puede tender al infinito. Una estrategia muy
eficaz es delimitar nuestras responsabilidades e incluso reconocer nuestros
errores. Tenemos derecho a equivocarnos pero nadie tiene derecho a aprovecharse
o lacerar nuestra autoimagen porque cometimos un error. Reconocer nuestras
dificultades y cuotas de responsabilidad indica que somos personas maduras,
responsables de nuestros actos y por ende, poco manipulables.
Exprésate con firmeza,
serenidad y confianza
Ya se ha hecho
referencia a que una de las armas preferidas del manipulador es jugar con las
emociones ajenas. Por eso es imprescindible establecer el diálogo desde una
postura confiada, serena y firme. Debemos tener en cuenta que a la persona
manipuladora no le interesa iniciar un debate fructífero sino solamente
conseguir su propósito, por eso si le brindamos algunos argumentos lógicos que
contradigan sus ideas, probablemente retome nuestras opiniones y las replantee
según su beneficio. Recordemos que hasta la mejor idea puede verse desde
diferentes perspectivas y el manipulador es muy habilidoso en jugar con las
diferentes posibilidades. Reconoce que sus ideas son válidas, no las critiques,
incluso súmate a ellas con la frase: "comprendo sus puntos de vista y los
respeto; no obstante creo que..." o quizás: "su perspectiva es
adecuada; aún así, existe la posibilidad de que..." De esta manera se
sienta una pauta en la conversación: el respeto a las opiniones del otro y;
brindándole valor a sus ideas, le conferimos valor a las nuestras.
Siéntete libre para
negarte
Si tenemos fundamentos
sólidos y suficientes en contra de la idea que se nos propone, entonces negarse
no es un pecado. Eso sí, no debemos perdernos en excusas banales o
explicaciones auto inculpantes. Expresar nuestro desacuerdo es un derecho que
nos permite marcar nuestros límites y evidenciar los mismos ante las personas
que nos rodean. Aceptar las demandas externas para evitar una discusión muchas
veces implica renunciar a una parte de nuestra individualidad y ceder ante la
manipulación. Entonces basta con ser congruentes y decir: "No", todas
las veces que sea necesario
.
.
Decidirnos a combatir
la manipulación no es un camino sencillo y de seguro se hallarán muchos
obstáculos. Muchas veces implica separarse de las posiciones cómodas que hemos
ido asumiendo a lo largo de nuestra vida, ya sea a en el área laboral o
familiar, pero sin lugar a dudas nos permitirá ser más congruentes con nosotros
mismos y nos facilitará un una vía para lograr el equilibrio emocional.
Fuente: Tomado de la Red
Un Mil Bendiciones y Una Màs
Sol Monasterio
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