Dijo Simon: «Maestro, porque los ricos son los màs indiferentes ante el sufrimiento de los demàs?»
Respondiò el Maestro: «Ven a la ventana, Simòn, y dime lo que ves»
Simòn: «Bueno... lo de siempre: una madre empujando un cochecito de un niño, el muchacho del lechero de vuelta a la tienda, las palomas picoteando las migajas ...»
Respondiò el Maestro: «Ven a la ventana, Simòn, y dime lo que ves»
Simòn: «Bueno... lo de siempre: una madre empujando un cochecito de un niño, el muchacho del lechero de vuelta a la tienda, las palomas picoteando las migajas ...»
Maestro: «Ahora ve frente al espejo y dime lo que ves?»
Simòn: «Bueno maestro, què quieres que vea? Me veo a mì mismo»
Maestro: «Ya ves Simòn, el cristal de la ventana y el espejo estàn hechos del mismo material, sòlo basta un fino velo de plata, y lograras ver a ti mismo»
Desconozco el Autor
Tomado de La Red
Un Mil Bendiciones y Una Más
Sol Monasterio
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