Aprendiendo
a rezar desde el corazón, dando las gracias y pidiendo aquello que
necesitamos para mejorar nuestra vida y la de los demás va
transcurriendo la ceremonia, al ritmo del tambor la sonaja y los
cánticos sagrados.
Me
parece interesante aclarar a que me refiero cuando digo; aprendiendo a
rezar. Aquí el rezo no tiene nada que ver con la concepción católica de
rezo, de repetir oraciones religiosas o peticiones en señal de culto. El
rezo se utiliza para tomar conciencia del poder de creación que tiene
la palabra. La palabra junto con la vibración, es capaz de crear, sanar y
también, de destruir.
“La
teoría indica que cuando focalizamos nuestra mente en algo, y a esto le
sumamos el sentimiento y la emoción para finalmente expresarlo, estamos
exteriorizando y materializando un poder que estará afectando los
reinados de la materia.
Los antiguos esenios sabían de la existencia de
un enorme poder contenido en la oración, el verbo y la palabra. Los
antiguos alfabetos, como el sánscrito, el arameo y el lenguaje hebreo
son fuentes de poder en sí mismos. Los esenios utilizaron la energía que
canaliza el lenguaje – la cual era la manifestación final del
pensamiento, la emoción y el sentimiento- para manifestar en la realidad
la calidad de vida que deseaban experimentar en este mundo. En las
culturas del antiguo Oriente eran utilizados los mantras, los rezos, los
cánticos y las plegarias con una intención predeterminada como técnicas
para materializar estados internos y programar, de una forma ignorada
por nosotros en la actualidad, realidades pensadas, deseadas y afirmadas
previamente.” Hunter, Brad
Los
cantos sagrados van acompañados de un tambor y una sonaja. El tambor
tiene un ritmo simple y repetitivo, nos marca el latir del corazón de la
tierra. El tambor acompaña a la sonaja, es decir, es la sonaja la que
marca el ritmo.
“En
realidad, el sonido simple y monótono de los golpes del tambor
constituye el vehículo más común del viaje chamánico, y no los productos
psicodélicos. La literatura chamánica describe ampliamente el uso del
tambor por parte de los chamanes en el mundo entero, a excepción de
ciertos lugares como Australia o el sudeste asiático, donde utilizan
instrumentos de percusión como bastones, o batintines y ajorcas
metálicas. En la antropología moderna se ha subestimado enormemente la
importancia del tambor. Son pocos los que se hayan dado cuenta del
efecto significativo del tambor en la experiencia chamánica; se ha
creído que era algo que los nativos hacían simplemente para acompañar
sus danzas. Sin embargo, realizando trabajos de campo con indígenas
mexicanos, descubrí porque experimenté que el tambor puede llevarle a
uno tan lejos como las sustancias psicodélicas.” Harner, Michael
Los
cantos sagrados que vamos realizando durante la ceremonia, son el motor
energético de la misma, y nos ayudan a gestionar la respiración ante la
fuerte subida de temperatura. Y ahí nos hacemos conscientes de otro
regalo, la respiración: ” el darnos cuenta que existe un alimento
que es inmediato, el aire, y que entra dentro de nosotros en forma
natural, como el primer alimento, al llegar aquí, a esta Tierra” Aurelio Díaz Tekpannkalli
“Los
cantos mueven la ceremonia, son el alma de la ceremonia, son el flujo
de la sangre de la ceremonia y una vez comenzada los cantos llevan la
ceremonia. En las maneras tradicionales de conducir temazcales, la gente
que aún tiene la memoria en las tribus, son muy precisos. No cualquiera
canta, eso para empezar, cantan los que saben cantar y normalmente
quien conduce la ceremonia, de acuerdo al propósito de la ceremonia, de
acuerdo a los espíritus que se presentan y a como se van moviendo las
cosas, va pidiendo
que cantos hacen
falta, porque los cantos son llaves que abren puertas y es un arte, es
el arte del cual te hablaba, tienes que saber que puerta abrir y una vez
abierta, cual otra y cual otra y de acuerdo con que puertas abriste la
ceremonia tiene esta o esta otra calidad y medicina. Todos los
temazcales tienen medicinas diferentes entonces quienes conocen el arte
de conducir el temazcal ya tienen muchas llaves, ya saben, este temazcal
es para esto y a propósito no es un experimento, saben como llevar la
ceremonia y saben 50 alternativas distintas, 50 llaves, 50 posibilidades
o cien o trescientas…, dependiendo cual sea el propósito de la
ceremonia.” Hernán Quiñones
Son
muchos los autores que trabajan con el poder sanador de la música, (de
echo han surgido nuevas ramas del conocimiento como la musicología) como
Alfred Tomatis, otorrinolaringolo francés, que dedicó su vida a
estudiar los mecanismo que relacionan el oído y la voz. “(…)con sus
investigaciones demostró que los sonidos pueden cargar de energía el
sistema nervioso central y la corteza cerebral.” Tilman-June, Boyce
Fuente:http://enamorartedelavida.wordpress.com
Un Mil Bendiciones y Una Más
Sol Monasterio
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