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sábado, 17 de noviembre de 2012

EL MECANISMO DE LOS SAMSKARAS


CASASETA

 

 

EL MECANISMO DE LOS SAMSKARAS


Samskara es uno de los términos más importantes de la filosofía hindú. La Yoga, es decir, la unión con el Ser Superior se dice que se alcanza tan pronto como haya sido eliminado el último samskara. Por lo tanto, el primer objetivo de todos los yogas, o caminos de transformación del ser, es erradicar los samskaras de la mente. Este es el motivo de que sea tan importante tener una visión clara de todos los mecanismos de los samskaras para quienes deseen conocerse a sí mismos o, más bien, a su Ser Superior.

1.1 El mecanismo fundamental

Si, por ejemplo, se tiene un accidente de coche en un determinado lugar, entonces, durante mucho tiempo, cada vez que pasemos por ese sitio nos sentiremos incómodos, surgiendo una oleada de miedo. Incluso podemos llegar a sentirnos incómodos con sólo pensar en el episodio. La huella traumática que queda en la mente tras el accidente se denomina samskara. El malestar que posteriormente aparece cada vez que se discurre por dicho lugar se llama reacción emocional o, más sencillamente, emoción. La tendencia del samskara a crear una oleada de miedo cuando se recuerda el accidente se denomina el dinamismo del samskara. Básicamente, todos los samskaras operan de la misma forma. Es sencillo. Sin embargo, de acuerdo con los Upanishads – el capítulo final de los Vedas – tan pronto como haya sido desatado el último nudo de los samskaras en el corazón, se alcanza el más elevado nivel de conciencia, la libertad absoluta, y martyo 'mṛto bhavati, "el mortal se convierte en inmortal".1


1.2. ¿Cómo podría definirse un samskara?

Los samskaras son las huellas dejadas en la mente por experiencias traumáticas previas. Hablando de forma general, los samskaras serían las cicatrices de la mente (la asociación samskara–cicatriz es fácil de recordar). En el modelo de cuatro cuerpos sutiles empleado en el presente libro, la capa o sustrato de la mente correspondería al cuerpo astral. 2 Por tanto, los samskaras pueden considerarse como marcas o cicatrices del cuerpo astral, tal y como se examinará con detalle a lo largo del presente libro.


Consideremos algunos ejemplos clarificadores del concepto "samskara". Si una mujer es violada por su padre a los dieciséis años, esto dejará una marca en su organización psicológica, y dicha marca es un samskara. Su forma de relacionarse con los hombres nunca será la misma de antes. En diversas situaciones de la vida, dicha marca influenciará profundamente su comportamiento emocional. Esto significa que el samskara no es mudo ni neutral. Sino que está dotado de un poderoso dinamismo – una carga emocional - que genera emociones, atracciones y repulsiones que modificarán significativamente la vida interior de la persona. Estando asociado con tan traumáticos y dolorosos recuerdos, el samskara no puede permanecer silencioso; tiene que expresarse de una manera consciente o inconsciente. Esto es aplicable a todo tipo de samskaras – no sólo unos cuantos casos particulares. Tanto si uno se da cuenta como si no, en las profundidades de nuestro ser los samskaras están perpetuamente clamando por ser sanados.


Ahora supongamos que aquella mujer, en lugar de ser violada a los dieciséis años, hubiera sido forzada a los tres años. Su experiencia hubiera sido aún más terrible y traumática, puesto que al ser una niña pequeña, era incapaz de entender lo que estaba sucediendo. Para ella, la violación hubiera sido como un asesinato. Pero el impacto fue tan insoportable que ella lo olvidó todo por completo, borrando el episodio de su memoria consciente. El samskara fue almacenado con una carga emocional todavía mayor que en el caso de la chica de dieciséis años, aunque en este caso el samskara es completamente inconsciente. 


Más adelante, como adulto, toda su vida emocional y sexual será minada por un trauma escondido, del cual está totalmente desconectada. Ella puede ir de hombre en hombre, o mostrar toda clase de comportamientos irracionales contra su propia libre voluntad. Podría desarrollar alguna enfermedad grave en la región pélvica, o bien un aborto espontáneo cuando tratara de tener un hijo. Sin un proceso que le permita explorar las profundidades de su inconsciente, nunca será capaz de entender por qué su vida es tan desastrosa. Cualquier intento de reorganizar su existencia estará, desde el principio, condenado al fracaso, puesto que falta la pieza clave de su rompecabezas personal. 


Hasta este punto, todo lo que se ha visto encaja bastante bien en los modelos psicoanalíticos y psicológicos comunes. Además, uno podría ponderar acerca del hecho de que en los textos sánscritos estas materias ya fuesen objeto de debate varios milenios antes que Freud. Pero en la práctica de regresión encontramos una diferencia importante – los clientes descubren algunos samskaras que no pueden relacionarse con ninguna experiencia de la presente vida.



Caso práctico – Mujer de veintidós años. Al comienzo de la sesión de ISIS se reveló una zona muy dolorosa en el vientre. Tras implementar la técnica por veinte o treinta minutos, la cliente se quedó muy tranquila y serena, comenzando a reexperimentar el siguiente episodio. 3
¿Qué está sintiendo? – Parece como agrio y gris. Se siente muy derrotada. Una mujer con su cabeza colgando hacia atrás de los hombros. Es bastante joven, con el pelo largo y un vestido blanco. No puedo ver su cara.
¿Se siente ella feliz, o triste? – Ella está muy triste.
¿Está llorando? – No.
¿Hace calor o frío a su alrededor? – Frío.
¿Hay algún ruido? – No. Es un silencio de muerte. Ella está realmente cansada. Ahora siente tensión en el estómago.
¿Qué quiere ella? – Quiere que algo que ha perdido vuelva. Sabe que no puede hacer nada.
¿Está sola? – Sí. Es muy joven. Está herida.
¿Físicamente herida? – Sí.
¿Siente algún dolor? – Ha perdido mucha sangre. Pero no le importa. Ella tiene mucho frío.
¿Puede sentir su dolor? – Comienza en el estómago, en las costillas y va hacia la espalda, entre los omóplatos. Ella puede sentir los latidos de su corazón. Tiene pesar. Su familia se ha ido y no pueden volver. Ella sólo desea morir.
¿Su familia? – Un hombre. Y su niño. Su niño tenía tres años. Tenía el pelo suave y rizado. Fue un ataque. El hombre era muy fuerte, así que fue llevado a algún sitio.
¿Y el niño? – El niño fue asesinado. Murió delante de ella.
¿Cómo? – Fue muy difícil. Muy cruel. Ella no recuerda mucha cosa.
¿Cómo murió? – Una lanza le atravesó. Sus labios se habían vuelto azules... Además, la mujer fue forzada.
¿Qué le hicieron a ella? – Unos seis soldados.
¿Qué aspecto tenían? – Capas oscuras, pelo corto, con cascos. Algo encima de los cascos. Sin barba. Piel oscura. Más bajos que el hombre.
¿Qué le hicieron a ella? – No sé. Ella no recuerda. No importa.
Intente ver. – Cuatro hombres la sostenían. Es duro decirlo. Ellos la sujetaban y la violaban justo al lado del cuerpo del niño.
¿Estaba muerto? – Sí.
¿Y entonces? – Cuando acabaron, el último la golpeó en el estómago y en las costillas. Ese es el motivo del sabor a sangre de su boca.
¿Y entonces? – Ella se arrastra de vuelta hacia su casa... Y muere un momento después.
Como ocurre a menudo, este samskara estaba enterrado, y la joven no había siquiera sospechado su presencia. Aunque no estaba enterrado tan profundamente, ya que pudo ser devuelto a la superficie y reexperimentado en esta regresión, la cual sólo era la segunda de dicho proceso. Estando dotado de una carga emocional tan dramática, posiblemente el samskara no podía permanecer neutral e inactivo. Un año antes de que tuviera lugar la regresión, esta joven había perdido un hijo en un aborto involuntario pocas semanas antes del parto. Mientras hacía la regresión, inmediatamente reconoció que el dolor que sintió en el momento del aborto era exactamente el mismo que el dolor de la mujer cuando fue violada y su hijo asesinado.
La superposición de ambos episodios es como un rompecabezas. Como si un drama del pasado tuviera que ser sufrido otra vez porque las heridas que dejó no habían sido sanadas. Sin darse cuenta que este samskara estaba enterrado en su inconsciente, influenciándola, ¿qué probabilidad había de que esta mujer comprendiera lo que estaba sucediendo en su presente?. En casos como este, es difícil saber si la pérdida del bebé igual se hubiera producido, de haber hecho las regresiones antes del embarazo. Sin embargo, tan pronto como la cliente descubrió este samskara, su vida comenzó a cambiar. Su tristeza disminuyó y la herida emocional dejada por el aborto comenzó a sanar. Se sintió más centrada y con un mayor sentido de la vida.

 

1.3. ¿Están los samskaras siempre asociados con experiencias negativas?

Para que un samskara importante se grabe, el criterio no es el dolor, sino la intensidad. Los samskaras fuertes se graban en el cuerpo astral cuando un episodio se asocia con una emoción intensa. Todos sabemos, por propia experiencia en esta vida, que tendemos a ser infelices con mayor frecuencia que felices. Lo mismo puede esperarse que hubiera ocurrido en vidas anteriores. Esto explica por qué los samskaras importantes, que vuelven a la superficie desde nuestro pasado, tienen estadísticamente más probabilidades de estar relacionados con sucesos dolorosos que con eventos gozosos. Aún así, cualquier alegría intensa puede originar un samskara, de la misma manera que la medicina china considera que la alegría puede inducir un ataque al corazón.


Caso práctico – Hombre de veinticuatro años.
–Estoy en un espacio muy pequeño. Todo a mi alrededor parece ser de metal. Hay vibración, una vibración metálica... Veo a toda esa gente. Sé que estoy herido en el lado derecho, pero no lo siento. Estoy completamente exhausto, aniquilado. Y, al mismo tiempo, ¡me siento BIEN! Como si hubiera estado luchando durante tres días y tres noches sin parar. Me siento tan... por encima de todo. No queda nada de mí, sólo existe el cielo. Es una carlinga. Estoy en un avión. Puedo oír el ruido y allí está la vibración. El avión va a aterrizar. Está más que gastado, es como verlo todo desde la distancia. –Hay un golpe cuando el avión toca tierra. Yo puedo ver a toda esa gente; es una multitud que me espera. Hay un sentimiento de gloria... ¡Oh, Dios mío! Es grande. En mi corazón, un INMENSO sentimiento de gloria. No sé qué he hecho, pero parece que les gusta muchísimo. Es la guerra...
–Mi avión ha aterrizado y todos están agitando los brazos. Corren hacia el avión. ¡:Oh, Dios mío! [Comenzando a llorar]. Creo que ahora voy a desmoronarme. No he dormido desde hace largo, largo tiempo... y no sabía que se pudiera sentir tanta gloria.

 

1.4. ¿Cómo intensifican los samskaras las emociones?

Hay diversas razones por las que un samskara se imprime mucho más profundamente en la estructura de una persona cuando va acompañado por una emoción intensa. Suponga que usted está a punto de ser decapitado. La experiencia dejará una impresión más profunda en la psique que cuando simplemente va a la peluquería. Uno puede acudir a una cita con su peluquero despreocupadamente, soñando despierto y sin estar realmente en ello. Es improbable que usted vaya hacia su ejecución sin sentir consternación. Uno puede olvidar muchas de las visitas hechas al peluquero; pero si se ha escapado de una mazmorra, no hay manera de olvidarlo, pues en la mazmorra se está en un estado diametralmente opuesto a la despreocupación. Todos los sentidos están totalmente alerta. Se está totalmente consciente y en vigilia. No es una nube borrosa que queda impresa en la memoria, sino un agudo y preciso paquete de pensamientos, sentimientos y percepciones. 


Si escapa con vida de eso, será capaz de recordar cada mínimo detalle, aún después de treinta años. Cada trocito de información se almacenará: cómo se veía y sentía el lugar, el color de las paredes, ruidos, olores, todas las emociones y sentimientos. Y, si al final muere en la mazmorra, mantendrá ese conjunto de emociones como una de las más vívidas de toda esa vida, llevándolo consigo a todas las vidas posteriores.

1.5. ¿Se originan todos los samskaras por situaciones o emociones relevantes?

Algunos samskaras importantes pueden originarse a raíz de situaciones de escasa importancia, pues el samskara no es debido a la situación en sí, sino a la reacción emocional a la misma. Por ejemplo, un niño puede aterrorizarse enormemente al ver un animal. Para el niño un perro manso, incluso, puede convertirse de repente en un monstruo que amenaza su vida, causándole un pánico irracional y generando un fuerte samskara. En cambio, algunas personas permanecen emocionalmente estables en las más dramáticas circunstancias, viviendo situaciones muy intensas sin que se les imprima ningún samskara.

1.6. Microsamskaras y samskaras propiamente dichos

Hasta aquí hemos considerado que los samskaras están dotados de fuertes cargas emocionales. Además de esas importantes marcas, nuestra mente almacena miríadas de samskaras menores.


Las impresiones que constantemente se reciben a través de los órganos sensoriales son guardadas en las regiones subconscientes de la mente. Sabemos que los detalles no se pierden ya que se pueden traer a la memoria en cualquier momento, siempre y cuando se provoque el estímulo apropiado. Por ejemplo, usted llega a un lugar donde un cierto olor está flotando en el ambiente y, de repente, se hace una conexión con el episodio del pasado remoto. En una fracción de segundo se ha transportado de vuelta a una habitación donde estuvo hace treinta años. Los colores, los sonidos, el ambiente de aquella habitación han vuelto a la conciencia porque el olor era similar al que se está sintiendo ahora. Este recuerdo no surge a consecuencia de algún incidente dramático que le haya ocurrido en dicha habitación. La situación era bastante ordinaria y no se experimentó ningún emoción o dolor destacable. El mismo mecanismo, a menudo ocurre con una vieja canción o pieza musical, que lo puede transportar inmediatamente de vuelta a una parte de su pasado, asociando todas las emociones y sentimientos correspondientes.


Con esta pauta pueden reconocerse las características de los samskaras. Un conjunto de emociones sensoriales consigue marcarse en la mente subconsciente o consciente. Se almacena allí sin que lo sepamos, pero aún así es vívido, pues puede ser recuperado en cualquier momento. Cuando aparece el estímulo correcto – como el olor o la pieza musical – la impresión se activa, teniendo lugar una reacción. Se vuelven a experimentar sensaciones, emociones y sentimientos relacionados con esta parte en particular de nuestro pasado.


 ¿Cuál es la diferencia entre karma y samskara?

El significado literal de la palabra sánscrita karma es 'acción'. Karma se refiere a todas las acciones que uno ha efectuado en el pasado, tanto en esta vida como en las anteriores. Los mecanismos del karma son tales que cada acción realizada es como un impulso que se envía al universo. Tras un lapso de tiempo muy variable (¡incluso superior a unas cuantas vidas!), el impulso vuelve como un boomerang, generando las correspondientes circunstancias en nuestra vida. Los actos negativos tenderán a crear circunstancias desfavorables cuando el correspondiente impulso vuelva, mientras que las acciones positivas tenderán a originar condiciones propicias. Este es el aspecto más sencillo y directo de la teoría del karma, con el cual todo el mundo está más o menos de acuerdo. No obstante, no todo el mundo coincide en cuán directamente las circunstancias del pasado se reflejan en el presente. ¿Tienen que perecer por la espada todos aquellos que hayan matado con la espada? En lo que a esta cuestión respecta, ¡personas muy iluminadas han mantenido puntos de vista bastante diferentes!4


Los samskaras son de una naturaleza distinta. En lugar de ser ondas exteriores enviadas por el universo, son factores internos. Más concretamente, son huellas emocionales dejadas en el interior de la mente inconsciente que, a su vez, tienden a influir las respuestas emocionales presentes.


Otra diferencia importante reside en el hecho de que algunos karmas (acciones) insignificantes pueden estar asociados a fuertes samskaras (huellas emocionales), por ejemplo cuando un niño pequeño es atenazado por el pánico al encontrarse con el bien educado pastor alemán de los vecinos, o cuando un bebé se aterroriza por una tormenta. Aunque en estas circunstancias no hay virtualmente ninguna acción, es decir ningún karma significativo, podría haber suficiente samskara para que el niño muestre síntomas neuróticos durante el resto de su vida. Por otra parte, los crímenes más atroces – implicando un enorme karma negativo – pueden cometerse fría y despreocupadamente, sin que se imprima ningún samskara profundo. 5

¿Tienen samskaras los animales?

Ya que los animales pueden volverse neuróticos, podemos asumir que también tienen samskaras. Los reflejos observados por Pavlov en su trabajo con perros presenta analogías claras con el condicionamiento de los samskaras.


Otra palabra sánscrita importante relativa a los samskaras es manas. Manas se refiere a la capa o sustrato en que pensamos y experimentamos emociones. Más concretamente, manas tiene que ver con los pensamientos y emociones, las cuales son reacciones directamente relacionadas con los samskaras. El concepto de 'mente reactiva' (manas) se desarrollará más adelante en el presente libro.


Manas se traduce usualmente como 'mente'. La palabra 'mente', sin embargo, se emplea en nuestro idioma con distintos significados. En el contexto del trabajo de Clairvision, la palabra mente se emplea con el significado de 'mente reactiva', semejante al sánscrito manas, la capa en que tienen lugar los pensamientos y emociones. Hay diversas razones para esta elección, como se hará evidente más adelante.


Cuando se define así, la mente corresponde con bastante exactitud a lo que Rudolf Steiner denomina cuerpo astral.6 En el presente contexto, el lector puede equiparar los siguientes términos:


mente --> mente reactiva --> manas --> manas/mente --> capa de los samskaras --> cuerpo astral


Sin embargo, en ocasiones se establecerán distinciones entre el cuerpo astral, el que es un vehículo de la conciencia, y la mente reactiva, es decir, la conciencia mental que tiene lugar en dicho vehículo.


Desde el punto de vista de la tradición hindú, los animales tienen manas/mente – al igual que acuerda Rudolf Steiner – tienen un cuerpo astral. Los animales pueden asociar hechos mentalmente y extraer conclusiones, como cuando un ratón encuentra la salida de un laberinto. Los animales también experimentan emociones como la rabia y los celos. Debido a que el cuerpo astral en el cual se imprimen los samskaras, no es un atributo específicamente humano, sino que también lo pertenece al reino animal, ¡los samskaras podrían incluso describirse como partes de nuestro ser que tenemos en común con los animales!. Esto puede parecer paradójico porque los seres humanos tienden a apreciar sus emociones, considerándolas como algo específicamente humano, algo que los dota de cualidades humanas. En realidad, la mayoría de esas emociones son de la misma naturaleza que las que experimentan los animales. Pueden llegar a ser más complicadas y sofisticadas, pero su esencia no es fundamentalmente diferente a aquellas experimentadas por los animales.


Una de las tareas fundamentales del trabajo de regresión consiste en desenmascarar ciertas emociones que no son producto de los samskaras, estando más allá del alcance de los animales. Para distinguirlas de las emociones relacionadas con los samskaras, emplearemos la palabra 'sentimiento'.


Un resultado crucial del proceso de regresión es lograr que nos demos cuenta que, durante todo el día, tendemos a reaccionar al mundo mediante condicionamientos estereotipados – igual que los perros de Pavlov – en lugar de recurrir a nuestro potencial humano de 'seres creativos'. De acuerdo con nuestro modelo cuádruple de cuerpos sutiles, la diferencia fundamental entre un ser humano y un animal consiste en que el ser humano tiene un Ser Superior. ¿Hasta qué punto nuestro Ser Superior está involucrado en nuestras respuestas emocionales? Este es un punto clave, en el cual reside la respuesta a la pregunta: ?cuáles de nuestras emociones son humanas y cuáles son animales?

 La historia del rey Janaka y el hijo del r si

Concluyamos este capítulo con una historia procedente de la literatura sánscrita.
Erase una vez, había un gran ṛṣi (sabio–buscador) de la antigua India que envió a su hijo de trece años a la corte del rey Janaka, pidiéndole al prestigioso soberano que perfeccionara la educación del joven. Tan pronto como llegó el joven a la corte, Janaka le puso una jarra de leche sobre la cabeza. La jarra estaba llena hasta el borde, y Janaka le dio instrucciones al chico de que caminara tres veces alrededor del palacio, sin derramar ni una sola gota de leche.


El lugar estaba lleno de estatuas extrañas y piedras preciosas, lleno de malabaristas, animales exóticos y mujeres hermosas danzando – un montón de cosas tentadoras para un hombre joven que nunca había abandonado el ashram de su padre en la jungla. Aun así, el hijo del ṛṣi fue capaz de ver sin reaccionar, caminando alrededor del palacio sin derramar ni una sola gota.


El rey Janaka estaba maravillado con el chico. Le dijo, "Hijo, vuelve con tu padre y dile que no hay nada más que yo pueda enseñarte".


Esto ciertamente no significaba que la vida emocional del chico hubiera sido suprimida, sino que había sido erradicada cierta forma de emoción reactiva. El chico podría amar, disfrutar y sentir; pero sus sentimientos provendrían del interior de su alma, no siendo meras reacciones a su entorno. Podría caminar por el mundo y, al mismo tiempo, permanecer plenamente en su interior, independientemente de lo que estuviera sucediendo a su alrededor. Había eliminado sus samskaras y era libre, en el más elevado significado de la palabra. Incluso el iluminado rey Janaka, legendario por su sabiduría, no tenía nada más que enseñarle.






Fuente:

Regresión, Terapia de Vidas Pasadas para Ser Libre Aquí y Ahora.

Samuel Sagan

 

Cortesía de   Mirta Cristina Rodríguez Corderí

 

 

Un Mil Bendiciones y Una Más

Sol Monasterio


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