Experiencias Cercanas a la Muerte
Por Ana Muñoz,
Atravesar
un túnel, ver una luz brillante, verse a uno mismo fuera del propio
cuerpo… Las personas que han tenido experiencias cercanas a la muerte
(ECM) cuentan una y otra vez relatos similares de su experiencia. Los
científicos creen que se deben a una alteración del funcionamiento del
cerebro, mientras que quienes las viven las consideran totalmente
reales.
Todo
puede empezar con un grave accidente de tráfico. De repente, pareces
haber salido de tu cuerpo, al que ves desde arriba, junto con la
ambulancia o las personas que se
agolpan alrededor. Entonces aparece una luz brillante que te atrae con
fuerza. Te diriges hacia ella y la sigues a través de un túnel hasta
llegar a un lugar que parece más vívido y real que la vida misma.
Cuando
despiertas es una cama de hospital, es posible que no digas nada de lo
que has visto o experimentado, por miedo a que no te tomen en serio, se
burlen de ti o te miren como si estuvieras mal de la cabeza. No
obstante, si estuvieras en un hospital de Bélgica, el doctor Steven
Laureys, iría a verte para que le contaras lo sucedido.
Laureys
dirige el Coma Science Group del hospital universitario de la ciudad de
Liege, encargado de estudiar a personas que han despertado del coma, y
acaba de publicar su estudio sobre experiencias cercanas a la muerte.
Los
investigadores utilizan una serie de cuestionarios (The Memory
Characteristics Questionnaire tests), para conocer los detalles
sensoriales y emocionales de los recuerdos, así como lo intensos y
reales que son. Además, comparan los recuerdos de experiencias cercanas a
la muerte con recuerdos de experiencias reales intensas, como bodas o
nacimientos de hijos, y con recuerdos de sueños y pensamientos (es
decir, cosas que no
ocurrieron en la realidad física).
Los
recuerdos de sucesos reales importantes son más intensos que los de los
sueños o pensamientos. Y los recuerdos son más ricos cuando son de
experiencias reales y cuando son recientes.
Lo que encontraron los científicos fue bastante inesperado,
puesto que los recuerdos de las ECM eran mucho más ricos y vívidos que
los recuerdos de cualquier suceso imaginado o cualquier experiencia
real. Tenían una sensación de realidad mucho más intensa que cualquier
otro recuerdo, algo que dejó atónitos a los investigadores. Incluso si
la
experiencia había sucedido hace mucho tiempo, el recuerdo era tan rico
como si hubiera sucedido ayer.
"Tras estar cerca de la muerte, algunas personas decían
haber tenido una experiencia fuera de su cuerpo, hacer visto una luz
brillante o atravesado un túnel", explica Laurey.
Raymond y Nadine fueron dos de los pacientes estudiados
por Laurey. "Me sentí como si me sacaran de mi cuerpo en un momento
determinado. Fui a través de un túnel totalmente negro, muy, muy
deprisa, a una velocidad que no se puede expresar, porque no la
experimentas", explicaba Raymond. Al final del túnel apareció
una luz. Al principio tuvo miedo y se resistió, para luego dejarse
llevar. La luz era de sexo femenino y se comunicó con él.
Nadine pudo verse a sí misma fuera de su cuerpo. "Es como
si estuvieras en una nube". Luego entró en un agujero oscuro,
preguntándose si volvería a su cuerpo.
Según el doctor Laureys, estas experiencias se originan en la fisiología
del cerebro.
No obstante, al preguntarles a estos pacientes si pensaban que su
experiencia fue real, todos estaban convencidos de que así fue, lo
consideran una prueba de que existe vida después de la muerte y decían
que fue algo maravilloso.
De hecho, la experiencia es tan real, que
aquellos que no creen en la existencia de un espíritu o alma inmortal,
pasan a convertirse en creyentes.
El
doctor Eben Alexander es un neurocirujano a quien una experiencia de
este tipo lo transformó de agnóstico en creyente. Aunque al principio
pensó que la experiencia procedía de una alteración del
funcionamiento del cerebro, se volvió más espiritual y llegó a la
conclusión de que las personas se reencarnan. Piensa que lo que le pasó
no pudo ser una alucinación porque las partes de su cerebro necesarias
para producir las alucinaciones estaban básicamente muertas cuando tuvo
la experiencia.
El doctor Laureys, en cambio, piensa lo contrario. "No hay evidencia de que pueda haber experiencia consciente sin actividad cerebral", dice. Y añade que el cerebro puede estar funcionando mínimamente, pero aún está vivo.
Sea
cual sea la explicación, las personas que viven
estas sorprendentes experiencias no vuelven a ser las mismas nunca más.
Muchos regresan de su viaje a la muerte sintiéndose más felices y
ya no le temen más a la muerte.
Consideran su experiencia como algo
sorprendente y maravilloso que se convierte en un acontecimiento
fundamental en sus vidas. No obstante, según explica Laureys, hay
también una minoría que dice vivir una experiencia aterradora.
MUCHO MAS QUE UNA EXPERIENCIA CERCANA A LA
MUERTE
¿Estamos en contacto con otras realidades? Será la eterna pregunta... Hay muchas personas que han estado en contacto con estas otras realidades e incluso con seres fallecidos en las denominadas E.C.M. o Experiencias Cercanas a la Muerte e incluso han percibido una terrible realidad: su propio cuerpo perdiendo la vida y sus seres queridos sufriendo por su vida. ¿Demuestran todas estas experiencias la existencia de la vida tras la muerte?
En estos años, sobre todo tras nuestros avances técnicos y en materia de medicina, la supervivencia del alma ha sido un preocupación "científica" a estudiar y un problema que la Ciencia trata de explorar.
La historia de nuestros protagonistas es una de esas que invita a la reflexión al lector. Alberto Serrano sufrió un gravísimo accidente de tráfico. En él tras reventar la rueda delantera de su vehículo perdió la dirección y el control y tras caer por una cuneta de unos 4 metros de altura impactó lateralmente contra una formación de arbustos centenarios. El resultado: un grave accidente de tráfico. Las asistencia no tardaron demasiado en acudir al lugar, Alberto presentaba un cuadro clínico con politraumatismos, hemorragias, cuadro de shock y estado de coma profundo.
La situación era muy grave. En el hospital sevillano en el que fue atendido fue intervenido rápidamente y durante esa operación hubo un momento, unos minutos en la que la esperanza médica perdió su fe: el paciente se les había ido.
Tras reanimación y no poder hacer nada se dispusieron a abandonar aquella intervención. Justo en el momento en la que nuestro cirujano tiraba la toalla, un hilo de vida resurgió del cuerpo de aquel "difunto" y en aquel quirófano todo fue precipitación por la vida de aquel paciente.
Alberto
salvó la vida cuando parecía haberla perdida, los cuidados y atenciones
médicas fueron absolutamente magnífica y nuestro protagonista tardó
unos meses en recuperarse. Estando aún en el hospital comentó a su
esposa que durante la intervención había salido de su cuerpo y había
visto el trabajo médico sobre su cuerpo, la intervención, la sala de
espera, para al fondo ver una gran luz brillante y voces que lo
llamaban, voces familiares, todo
era calor, familiaridad, se sentía a gusto y se dejaba llevar – Alberto
desconocía haber estado clínicamente muerto cuando esto narraba –. Algo
le impulsó volver: su hijo de dos años y su esposa... Después todo fue
dolor, molestias y rehabilitación. A Dios gracias que lo pudo contar, El relato fue narrado ampliamente al equipo de médicos y profesionales del hospital, pero algo angustiaba a Alberto... de vez en cuando entraba en la habitación del hospital su madre para ver como se encontraba. Hablaban e intercambiaban confidencias... esto podría ser visto como la cosa más normal del mundo de no ser por la circunstancia de que su madre llevaba fallecida cinco años... |
Todos creían que Alberto había quedado un poco "tocado" tras el grave accidente e incluso él lo llegó a pensar. Debido a su larga estancia hospitalaria, la esposa se vio en la necesidad de pedir los permisos pertinentes para que dejaran pasar por unas horas durante la visita del día a su pequeño hijo para que estuviera junto a su padre, ya que éste repentinamente hacía hincapié en la necesidad de ver a su pequeño. Realmente él había sido el cordón que le daba diariamente las fuerzas suficientes para aferrarse a este "lado".
Ese día Alberto hablaba "imaginariamente" con su madre, cuando Juanito en brazos de su madre entró en la habitación dando una alegre sorpresa al casi repuesto enfermo, fue entonces cuando sentado a los pies de la cama, mirando hacía uno de los laterales de la habitación y señalando con su pequeña mano, preguntó a su padre:"Papá, ¿quién es esta yaya?", la impresión causada en el padre fue tremenda. "La ves, la ves, Juan, ¿cómo es?" Y el chico, sin conocer jamás a su abuela hizo una descripción magistral de aquel ser cuya visión estaban compartiendo, la madre quedó estupefacta, con la mirada perdida hacía el lugar donde el chico señaló. Ella no veía absolutamente nada. Conozco a esta familia y aún hoy, cuando escribo esto, después de la mala experiencia pasada con su accidente me impresiona el relato.
Ambos estaban viendo a la misma persona, escuchándola y compartiendo su presencia.
Tras ser dado de alta del
hospital, las apariciones cesaron pero el Recuerdo ahí queda. Cuando Alberto estuvo más recuperado y dado de alta en casa, pidió a su hermano que le trajera una antigua caja de lata de carne de membrillo en la que tenían guardadas las fotos de sus parientes, algunas de ellas con decenas de años, sentados a la mesa delante de Juanito, repasando las fotos una a una y cada vez que aparecía la madre de este su hijo la reconocía sin problemas gritando"¡¡¡La yaya!!! y estampando un fuerte beso en la fotografía. Estas fotos jamás las había visto el pequeño e incluso su esposa jamás las había visto todas ya que las guardaba su hermano desde la muerte de sus padres. |
No debemos tomarnos estos relatos a la ligera. Cuadros clínicos, relatos médicos, experiencias cercanas a la muerte... Alberto sufrió el típico cuadro de experiencia cercana a la muerte prototípica:
1. Invasión de una sensación de calma o paz interior.
2. Abandono del cuerpo, perspectiva desencarnada.
3. Sensaciones visuales y auditivas de lo que sucede a su alrededor.
4. Revisión de su vida.
5. Túnel de luz.
6. Luz grande y consoladora.
7. Familiaridad en la luz e incomparable sensación de paz y bienestar.
8. Hallazgo se seres conocidos ya fallecidos.
9. Algo que impulsa al testigo a volver al mundo de los vivos.
10. Regreso desganado y sufrimiento...
Tras una experiencia de este tipo cualquier persona sufre un importante cambio en su vida. Nadie podrá jamás asegurar si realmente se tuvo una cita con la muerte un inefable día o todos responde a un mecanismo desconocido a nivel cerebral que nos lleva a algo sorprendente: la misma experiencia en miles de personas.
No sabemos si todo fue un contacto superior o con su propia psique. Alberto perdió el miedo a la muerte e incluso no le importaría repetir la experiencia pero sabiendo que volverá junto a los suyos en el mundo de los vivos. "Aquella luz era lo más placentero que he sentido jamás".
Quizás cuando perdamos el miedo a la muerte podamos comenzar a comprender este proceso mejor, mientras todos aguardamos ese momento con mayor o menor temor pero con una certeza: ese momento llegará y citando al Dr. Scott Rogo: "Estudiar la ECM es tarea de los vivos, no de los moribundos".
Refrendar un relato como el narrado no es tarea fácil, por ello tengamos siempre muy en cuenta lo que las pequeñas grandes personas de la casa tienen, a veces, que contarnos.
PELICULA TODOS SOMOS UNO
http://www.youtube.com/watch?
Cortesía de
ALBERTO PARDO FIGUEROA
Un MIl Bendiciones y Una Más
Sol Monasterio
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