EL SINDROME DE WENDY
Quién es Wendy?
Wendy es aquella mujer u hombre que se encuentra detrás de un Peter Pan. Y es que, como relata el psicólogo clínico Ángel Marín Tejero, "tras un Peter Pan siempre tiene que haber una persona, hombre o mujer, dependiendo del caso, que se encargue de hacer todo aquello que no hace él. Peter Pan no existe si no hay una Wendy que le aguante". Pese a ello, el psicólogo Marín Tejero asegura que no se puede hablar del Síndrome de Wendy como una patología. "Hay trastornos de la personalidad que se podrían asemejar a éste síndrome, pero éste síndrome como tal no es una patología clínica, lo que no quiere decir que con el tiempo no acabe produciendo desajustes y sufrimiento, tanto en la persona que lo sufre como en quienes le rodean".
Las conductas más significativas que acompañan una persona que padece este síndrome los las siguientes :
- Sentirse imprescindible
- Entender que el amor es sacrificio y resignación
- Evitar a toda costa que alguien se enfade
- Intentar continuamente hacer feliz a la pareja
- Insistir en hacer las cosas por la otra persona
- Pedir perdón por todo aquello que no ha hecho o que no ha sabido hacer
- Necesidad imperiosa de cuidar del prójimo
- Convertirse en un progenitor o progenitora en la pareja
Origen del trastorno |
Afirmación que corrobora la psicóloga Pilar Arocas, quien añade que "esta diferencia entre los sexos puede ser debida, entre otras cosas, a la cultura en la que estamos inmersos.
Queramos o no, todavía sigue siendo la figura de la mujer quien tiene más peso en el cuidado de los miembros de la familia y esas ideas que se nos inculcan en el proceso educativo tienen su respuesta en la vida adulta".
Y es que el Síndrome de Wendy no depende de un sólo factor, sino de un conjunto de variables, entre las que destacan la educación recibida, la personalidad y las circunstancias que rodean a la persona. No obstante, la doctora Arocas reconoce que ninguna de estas variables por separado sería la responsable de su aparición. "Por ejemplo, la educación recibida no determina necesariamente este tipo de conductas. En ocasiones, tener una madre o un padre sobreprotector puede crear en sus hijos o hijas un gran deseo de independencia. Aunque es cierto que también hay ocasiones en las que se perpetúan los patrones de conducta adquiridos y vistos durante la infancia y adolescencia, continuando el ejemplo de los superiores", subraya.
¿Se trata de un síndrome de la nueva sociedad? "Rotundamente, no. Lo que ocurre es que hace años no se planteaban estos asuntos. Las cosas eran así, y así estaban bien", asegura el doctor Marín Tejero. "Ahora la mujer sale de casa a trabajar y es consciente de que existen más cosas, además del hogar. Se carga con nuevos roles, sin abandonar los antiguos, se satura de responsabilidades y ni se plantea que podría negociar con su pareja su nueva situación, y al final acaba sintiéndose mal, sin identificar exactamente qué le ocurre. Algunas mujeres, en este punto, piden ayuda profesional, pero muchas sufren en silencio sin saber que hacer", añade el psicoterapeuta. Se trata, según los expertos, de un cambio en los roles que cuesta asumir tanto al hombre como a la mujer.
Lo que tampoco resulta sencillo es su detección. La mayoría de las mujeres y de los hombres acuden a la consulta del especialista porque se sienten 'quemadas' y 'quemados', no están felices con su vida y siente una insatisfacción total en sus relaciones de pareja. Sólo a través de las sesiones de terapia van descubriendo la razón de malestar. Una sensación que también afecta a aquellas madres que ven que sus hijos no quieren crecer y evitan tomar responsabilidades acordes con su edad. "Es por ello que este síndrome de Wendy se relaciona con el de Peter Pan, pues es frecuente que madres 'Wendy' generen hijos 'Peter'", aclara Pilar Arocas.
Sin embargo, no existe una edad definida a la que pueda aparecer, aunque es en los últimos años de la adolescencia, cuando están ya formadas las características de la personalidad, cuando se pueden observar los primeros signos que delatan que la persona pueda sufrir este síndrome en algún momento de su desarrollo evolutivo.
Tomado de la Red
Un Mil Bendiciones y Una Más
Sol Monasterio
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