LOS 7 SECRETOS PARA UNA GERMINACIÓN PERFECTA
Es muy habitual que cuando empezamos a
germinar tengamos fracasos que nos desaniman a continuar. Germinar
semillas es muy sencillo, pero si alguno de los factores requeridos
falla… los brotes no prosperarán:
1. Semillas: una de las más causas frecuentes es que no estamos usando las semillas adecuadas. Necesitamos específicamente “semillas para germinar”,
puesto que las semillas que utilizamos para comer habitualmente se han
sometido a calor y han perdido parte de su capacidad de germinar, o
toda. Entonces, cuando ponemos las semillas a germinar no prosperan y se
pudren debido a la humedad y germinando quizás sólo algunas.
Recomendamos el uso de semillas procedentes de agricultura ecológica y
de buena calidad, libres de manipulaciones, de pesticidas y cualquier
tipo de contaminantes.
Semilla de girasol para germinar
Por ejemplo, no puedes germinar cualquier pipa de girasol, tienes que elegir semilla de girasol especial para germinar.
2. Métodos de germinación: si no usamos el método adecuado las semillas no encuentran sus condiciones favorables:
- Si germinamos semillas mucilaginosas, como rúcula, lino, albahaca, berro y mostaza, debemos utilizar un método que les permita estar extendidas, aireadas y húmedas, como ocurre con los platos de germinación. Las semillas están sobre una rejilla que les permite mantener la humedad (debajo de la rejilla hay agua) y no se amontonan, porque están bien extendidas. Es la forma ideal para germinar estas semillas.
- Las demás semillas, las no mucilaginosas, germinan bien en todos los germinadores: tarros, platos, germinador eléctrico.
Germinado de albahaca
Germinado de albahaca
3.Germinadores:
hay germinadores que fallan en su diseño. Por ejemplo, los que no
permiten buen drenaje del agua, materiales o diseños que no permiten una
buena limpieza, germinadores que no permiten la aireación adecuada de
las semillas o germinadores eléctricos que reutilizan el agua ya usada.
Busca germinadores de materiales limpios, fácilmente desmontables y si
utilizan plásticos, que no contengan bisfenol A ni ftalatos.
4.Humedad: posiblemente
tenemos un buen germinador y buenas semillas, pero si se secan se pueden
pudrir. También se pudren por exceso de humedad, frecuente en
germinadores que no drenan bien. Pero si usas métodos con buen drenaje,
como los tarros o platos de germinación con rejilla y tus brotes se
están pudriendo, lo más seguro es que te hayas descuidado y no hayas
regado las semillas con la frecuencia requerida.
5. Temperatura:
para que las semillas germinen bien necesitan una temperatura templada.
Si la Tª es fría las semillas no crecen o lo hacen muy despacio, si es
muy cálida pueden proliferar hongos u otros microorganismos. La
temperatura del interior de casa es muy adecuada para la germinación.
6. Limpieza: los
germinadores deben estar bien limpios en todos los rincones, ya que la
germinación, al ser un medio húmedo, tibio y con residuos orgánicos es
propicio para la proliferación bacteriana. Si los germinadores y
bandejas se limpian bien tras cada uso, seguro que no tendremos problema
alguno. Por esta razón uno de los criterios al elegir un germinador es
que se pueda desmontar bien. Por ejemplo, en los tarros de germinación,
la tapa separa el aro de la rejilla, o en los germinadores de plato
también se separan ambos completamente.
Tarro germinador
Plato de germinación
7. Luz: los germinados
pueden crecer sin luz, pero en este caso crecerán blanquecinos, porque
no han podido generar clorofila. Deben estar en un lugar luminoso, no
con sol directo.
Con estas recomendaciones, conseguiréis hacer
crecer en casa estos pequeños milagros de las semillas en crecimiento.
Os animamos a incluir los germinados en vuestra alimentación ¡éstos son
realmente alimentos vivos, los que nos aportan vida!
¡Salud para todos!
Fuente:http://www.conasi.eu/
Un Mil Bendiciones y Una Mas
Sol Monasterio
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