Imagen: Marcos Morales - |
Cómo plantar un huerto en casa sin riesgos para la salud
Plantar
un huerto casero puede convertirse en un inconveniente debido a la
contaminación de alimentos si no se respetan algunos puntos básicos
-Tener
un huerto en casa es una afición que ha ganado un gran número de
adeptos en los últimos años, no sólo entre personas propietarias de un
pequeño terreno, sino también en zonas limitadas, como terrazas y
balcones. Más por entretenimiento que por necesidad, aunque puede ayudar
a ahorrar en la cesta de la compra, tener un huerto en casa se ha convertido en un pasatiempo con beneficios si se realiza de forma correcta para evitar contaminaciones alimentarias.
El objetivo es conseguir verduras y hortalizas caseras y, por tanto, saludables. Sin embargo, esta afirmación tan lógica a priori, puede tornarse contraria si no se tienen en cuenta factores que convierten un huerto saludable en una fuente de contaminación alimentaria.
Contaminantes físicos o químicos, derivados de la propia naturaleza del suelo o de la mala aplicación de productos hortícolas, u otros biológicos como hongos y microorganismos, cuyo desarrollo resulta más favorable en plantas y frutos dañados, pueden convertir una hortaliza o verdura casera en una vía de toxiinfección alimentaria.
Planificación
Los principales factores para planificar y desarrollar un huerto casero son:-
El suelo. A menudo procede de rellenos de construcción
y, por tanto, puede contener sustancias no recomendables. También restos
de detergentes, aceites industriales o tratamientos fitosanitarios
anteriores pueden contaminarlo. Si el huerto es extenso, es
imprescindible que un profesional realice un análisis para dictaminar su
idoneidad como sustrato de cultivo, además de indicar cómo mejorarlo si
es necesario.
Para que un suelo se considere idóneo para cultivo debe ser profundo, aireado, con un buen drenaje, pero capaz de retener agua, rico en materia orgánica y nutrientes minerales, no salino y de pH neutro. Si se aleja mucho de este modelo, es preferible utilizar sustrato de relleno especial para horticultura y realizar, si se trabaja en superficies pequeñas, bancales elevados sobre el terreno.
Estos bancos de cultivo pueden delimitarse mediante bloques de piedra, vallas de madera o traviesas. En este último caso son preferibles las ecológicas, ya que no han recibido tratamientos alquitranados. Además, resulta imprescindible que el suelo no esté infectado por hongos, bacterias, insectos o nematodos, algo muy común en los suelos cultivados, por lo que deberá desinfectarse de forma periódica mediante productos químicos aptos para horticultura no profesional o por procedimientos alternativos, como el proceso ecológico de solarización, en el que se tapa la superficie libre de cultivo con láminas de plástico transparente y fino.
-
La ubicación. Una buena elección del lugar donde se
plantará el huerto, bien aireado y soleado la mayor parte del día,
resulta fundamental no sólo para potenciar el rendimiento del trabajo,
sino para asegurar una cosecha sana y libre de podredumbre. El exceso de
humedad y la falta de aireación propician el desarrollo de mohos y
bacterias que pueden resultar nocivos para la salud. Algunos frutos,
como los calabacines o melones, necesitan engordar en contacto con el
suelo, de ahí la necesidad de allanar el terreno en esta zona para
evitar acumulación de agua de riego e incluso poner bajo ellos un lecho
de paja o ramas secas.
-
Utensilios y herramientas. Deberán mantenerse limpios y
en buen estado. Antes de guardarlos, habrá que retirarles con cuidado
la tierra y secarlos. Las herramientas de corte se deben mantener
afiladas para evitar cortes imprecisos y desgarros que generen problemas
en los tejidos de la planta.
- Semillas y plantones. Cuando se elijan las variedades de plantas que se cultivarán, será necesario informarse antes de sus requerimientos, sobre todo, en cuanto a necesidad de agua y sol. Hay que adecuar la elección a la disponibilidad de cada uno. Adquirir las semillas y plantones en centros expertos garantizará la calidad del producto.
-
Agua de riego. Es conveniente utilizar la red de agua potable,
ya que garantizará su buen estado sanitario. Si esto no es posible,
muchas huertas disponen de un aljibe o tanque de recogida de agua. El
riesgo radica en que el agua se contamine por el propio material del
recipiente de almacenamiento, que no deberá aportarle sustancias
extrañas, o mediante la descomposición en él de un pequeño animal
ahogado, como un ratón. También el agua de pozo deberá analizarse para
conocer su composición. El agua de riego no controlada es una importante
fuente de contaminaciones, así que deberá vigilarse de forma continua y
velar por mantenerla en buenas condiciones sanitarias.
-
Contenedores, jardineras o macetas. Se utilizan como
recipientes para planificar huertos en superficies reducidas o en
terrazas y en balcones. Es la opción más popular en las ciudades. Además
de su tamaño, hay que fijarse en el material. Algunos recipientes
cerámicos de arcilla, sobre todo los vitrificados o decorados con
pinturas, podrían transmitir a la tierra de cultivo sustancias no
deseadas, como ciertos metales pesados.
-
Plagas y enfermedades de las plantas. Como norma
general, una plaga o enfermedad desarrollada en una planta de cultivo
afectará a la calidad del producto y a su salubridad como alimento, por
lo que será prioritario evitar tanto plagas como enfermedades. Resulta
interesante informarse en cada caso, según la variedad de planta, de sus
alteraciones más comunes para detectarlas. Si la plaga o enfermedad se
ha desarrollado, debe acudirse lo antes posible a un centro
especializado (centro de jardinería o cooperativa agrícola) para
diagnosticar el problema y combatirlo. La destrucción de tejidos
vegetales será origen de otras contaminaciones secundarias por
microorganismos. En algunos casos, será necesario retirar de la zona de
cultivo las plantas o restos dañados.
-
Abonos y productos fitosanitarios. Los abonos orgánicos
caseros pueden contener una importante carga microbiana que contamine
el producto. Si es necesario, hay que tratar la planta con productos
fitosanitarios y se deben respetar siempre las indicaciones de uso del
fabricante, sobre todo, en cuanto a cantidad, modo de aplicación y
periodo de espera antes del consumo.
Posibles incidencias
Una huerta en casa conlleva unos excedentes en la producción: la cosecha llega a la vez y el empleo familiar no es suficiente para su total consumo. Las verduras y hortalizas a las que se retiren las partes no comestibles deberán mantenerse refrigeradas. Si el almacenamiento se prolongará, es preferible congelarlas, trocearlas y blanquearlas (escaldadas en agua hirviendo), para después envasar y etiquetar (variedad, fecha...) hasta su consumo fuera de temporada.HUERTA Y TOXOPLASMA
La práctica de la jardinería puede ser fuente de contaminación de toxoplasma,
por tanto, es conveniente utilizar guantes durante la manipulación de
la tierra y lavarse las manos después de esta tarea. Es posible que
algún gato haya depositado el parásito en el suelo a través de sus
excrementos. Otra vía de contaminación es la ingesta de alimentos
contaminados: verduras y hortalizas mal lavadas y carnes crudas poco
hechas. Por sus graves consecuencias, la toxoplasmosis debe evitarse,
sobre todo, durante el embarazo.
Seis fáciles pasos para tu huerta en casa
Si
tenemos la suerte de tener un jardín o patio podemos hacer nuestra
propia huerta de forma fácil, sencilla y con materiales nada costosos.
Si tenemos la suerte de tener un jardín o patio podemos hacer nuestra
propia huerta de forma fácil, sencilla y con materiales nada costosos.
Eso si tiene que cuidar la siembra si es que quieres cosechar como un
verdadero agricultor.
Aquí les presentamos 6 pasos para crear tu huerto en el hogar. Otras veces ya contamos como aprovechar espacios en tu departamento para la siembra. Ahora solo necesitas un patio que no necesita ser muy grande pero si tiene que recibir bastante luz solar durante el día.
Paso 1: Una vez elegida la parte más soleada de tu jardín. Selecciona la medida que tendrá tu huerta en forma cuadrada o rectangular. Recuerda dejar espacios suficientes para desplazarte alrededor, regar, arar la tierra, etc. Si tienes mascotas tendrás que hacer un esfuerzo adicional y cercar el terreno seleccionado para que nuestros pequeños amigos no puedan entrar a escarbar la tierra, ni hagan sus necesidades en nuestros alimentos.
Paso 2: Tienes que mover la tierra para que se ablande y oxigene, esto tienes que hacerlo con la ayuda de una pala, picota y rastrillo. Tienes que limpiar el lugar para que quede libre de piedras, malezas y pasto. Tiene que quedar solo tierra suelta.
Paso 3: Agrega tierra de hoja y composta a la huerta, la capa tener que ser desde2 a10 cmde alto, si quieres agregar abono, los alimentos tendrán más nutrientes pero el olor será desagradable y atraerá mosquitos y moscas.
Paso 4: La tierra ya esta lista. Ahora solo tienes que sembrar. Lo más fácil son los tomates, perejil, espinaca, berenjenas, pero tu puedes tener lo que quieras.
Paso 5: Recuerda que la semilla no puede estar tan profunda y que es necesario mantener una distancia considerable entre cada semilla para que puedan crecer sin quitarle el agua y los nutrientes a otros cultivos.
Paso 6: Riega tus plantas a diario en la noche o en la tarde para aprovechar más el agua.
Fuente: Cómo hacer una huerta en casa (Hogar)
Marilyn Yañez
PARA BAJAR DOCUMENTOS EN PDF:
http://web.ua.es/es/ecocampus/documentos/consejos-ambientales/huertos-sostenibles.pdf#page=1&zoom=auto,0,603
http://www.hagaloustedmismo.cl/data/pdf/fichas/pa-is04_huerta%20en%20casa.pdf
Un Mil Bendiciones y Una Más
Sol Monasterio
Aquí les presentamos 6 pasos para crear tu huerto en el hogar. Otras veces ya contamos como aprovechar espacios en tu departamento para la siembra. Ahora solo necesitas un patio que no necesita ser muy grande pero si tiene que recibir bastante luz solar durante el día.
Paso 1: Una vez elegida la parte más soleada de tu jardín. Selecciona la medida que tendrá tu huerta en forma cuadrada o rectangular. Recuerda dejar espacios suficientes para desplazarte alrededor, regar, arar la tierra, etc. Si tienes mascotas tendrás que hacer un esfuerzo adicional y cercar el terreno seleccionado para que nuestros pequeños amigos no puedan entrar a escarbar la tierra, ni hagan sus necesidades en nuestros alimentos.
Paso 2: Tienes que mover la tierra para que se ablande y oxigene, esto tienes que hacerlo con la ayuda de una pala, picota y rastrillo. Tienes que limpiar el lugar para que quede libre de piedras, malezas y pasto. Tiene que quedar solo tierra suelta.
Paso 3: Agrega tierra de hoja y composta a la huerta, la capa tener que ser desde2 a10 cmde alto, si quieres agregar abono, los alimentos tendrán más nutrientes pero el olor será desagradable y atraerá mosquitos y moscas.
Paso 4: La tierra ya esta lista. Ahora solo tienes que sembrar. Lo más fácil son los tomates, perejil, espinaca, berenjenas, pero tu puedes tener lo que quieras.
Paso 5: Recuerda que la semilla no puede estar tan profunda y que es necesario mantener una distancia considerable entre cada semilla para que puedan crecer sin quitarle el agua y los nutrientes a otros cultivos.
Paso 6: Riega tus plantas a diario en la noche o en la tarde para aprovechar más el agua.
Fuente: Cómo hacer una huerta en casa (Hogar)
Marilyn Yañez
PARA BAJAR DOCUMENTOS EN PDF:
http://web.ua.es/es/ecocampus/documentos/consejos-ambientales/huertos-sostenibles.pdf#page=1&zoom=auto,0,603
http://www.hagaloustedmismo.cl/data/pdf/fichas/pa-is04_huerta%20en%20casa.pdf
Un Mil Bendiciones y Una Más
Sol Monasterio
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