Cómo Hacer Vino Casero
El ser humano ha hecho vino casero durante miles de años y es posible hacerlo con cualquier tipo de fruta, aunque las uvas son la alternativa más popular. Después de mezclar los ingredientes, deja que el vino fermente y luego añéjalo antes de embotellarlo. Este proceso simple y antiguo da lugar a un vino delicioso del que puedes sentirte orgullo por haberlo hecho tú mismo.
Ingredientes:
- 16 tazas de fruta
- 2 tazas de miel
- 1 paquete de levadura
- Agua filtrada
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Reúne los materiales. Además de los ingredientes, necesitarás unos cuantos materiales básicos para asegurarte de que el vino pueda añejarse sin que lo afecten los insectos o las bacterias. La elaboración de vino casero no es un proceso costoso, así que no es necesario despilfarrar en equipo especial. Necesitarás los siguientes materiales:
- Un cántaro o frasco de vidrio de 7,5 L (2 galones) (por lo general, los encuentras en tiendas de antigüedades o de segunda mano, aunque ten en cuenta que muchos cántaros eran usados para almacenar el chucrut o los encurtidos, así que podrían contaminar el vino.[1])
- Un garrafón de unos 4 L (1 galón) (un recipiente de vidrio con un cuello pequeño)
- Una esclusa de aire
- Un tubo de plástico delgado para usar en la extracción
- Botellas de vino limpias con corchos o tapa de rosca
- Tabletas de metabisulfito de sodio (opcional)
- 2Elige la fruta que usarás. Puedes preparar el vino con cualquier tipo de fruta, aunque las uvas y las bayas son las alternativas más conocidas. Elige la fruta que esté en su punto máximo de sabor. Es mejor optar por frutas orgánicas que no han sido tratadas con químicos, ya que no querrás que estos terminen dentro del vino. De ser posible, utiliza fruta que hayas recogido tú mismo o cómpralas en un mercado de productores.
- 3Lava la fruta. Quítale los tallos y las hojas, y asegúrate de que no queden partículas de suciedad o polvo. Enjuágala bien y colócala en el cántaro. Puedes pelar la fruta antes de machacarla, pero gran parte del sabor del vino proviene de la cáscara. Pelarla dará lugar a un vino mucho más suave.
- Algunos productores de vino prefieren no lavar la fruta antes de machacarla. Dado que la fruta contiene levaduras naturales en su cáscara, es posible hacer que el vino utilice únicamente la levadura de la cáscara y el aire. Sin embargo, lavar la fruta y controlar la levadura que agregas te permite asegurarte de que el sabor del vino será de tu agrado. Dejar que la levadura silvestre crezca puede producir un mal sabor. Si estás dispuesto a experimentar, podrías producir dos lotes de vino, uno con levadura controlada y otro con la silvestre para determinar cuál te gusta más.
- 4Machaca la fruta. Con la ayuda de un prensador de papas o con tus manos, machaca y exprime la fruta para liberar sus jugos. Sigue haciéndolo hasta que el nivel de jugo de fruta se encuentre a unos 4 cm (1 ½ pulgada) de la parte superior del cántaro. Si no tienes fruta y jugo suficiente para llenar el cántaro casi hasta el borde, complétalo con agua filtrada. Agrega una tableta de metabisulfito de sodio, la cual liberará el dióxido de azufre en la mezcla, matando a la levadura silvestre y a las bacterias.[2] Si vas a hacer vino con levadura silvestre, no coloques la tableta de metabisulfito de sodio.
- Como una alternativa para la tableta, puedes verter 2 tazas de agua hervida sobre el jugo de fruta.
- Usar agua de grifo puede afectar el sabor del vino, ya que contiene aditivos. Asegúrate de usar agua filtrada o de manantial.[3]
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